Amados, noviembre 30, 2018. Tuve un sueño, en ese sueño frente a mí había un árbol, un árbol hermoso, grande. Este árbol, el fruto de él eran limones, este árbol era frondoso, y yo veía cómo sus frutos caían. Estaba como a mediados de una montaña. Ahí este árbol estaba y sus frutos caían, y yo veía cómo personas, en la parte de abajo de la montaña, agarraban estos frutos. ¡Los agarraban con mucha felicidad! Y yo veía cómo estos frutos ayudaban a muchos, y éstos subsistían a grandes calamidades. {Daisy Escalante: 30-11-2018, es.p1}
Luego, vino un viento muy recio, un viento fortísimo, un viento que me movió. Y, por un momento, dejé de ver el árbol. Cuando el viento pasó, me puse derecha otra vez y, cuando miré el árbol, vi que el árbol soportó, más sus hojas se tornaron color marrón y comenzaron a caer y no tenía ningún fruto. Todas estas hojas comenzaron a caer, y a caer, y a caer, al suelo hasta que el árbol quedó sin hojas. Se me dio una connotación de hambruna física, pero también espiritual. Y se me dieron dos textos bíblicos: Isaías 40:13 e Isaías 40:3". {Daisy Escalante: 30-11-2018, es.p2}
Estudiemos, pidamos dirección a Cristo Jesús, al Espíritu Santo, para que nos dirija y nos deje saber lo que cada uno de nosotros debemos hacer para ponernos a cuentas con Dios y prepararnos para lo que se avecina. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 30-11-2018, es.p3}
"13¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole?" {Isaías 40:13}
"3Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino de Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios." {Isaías 40:3}