Amados, 22 de enero 2020. “La dilación”, se me habló, “pecado de muerte, porque impide cerrar los capítulos de nuestra vida. Capítulos incompletos, por dilación, serán la muerte por incumplimiento del deber. Y, éste, es el deber que precede a la salvación”. {Daisy Escalante: 22-01-2020, es.p1}
Se me dejó saber que el tiempo, casi, ya no es, y que el curso de este mundo es inevitablemente caos y desolación. Yo vi un reloj suspendido en el aire. Y, éste, era como transparente. Y quedé observando que sólo le quedaban varios segundos para las doce. Al ver esto, amados, yo quise gritar a los cuatro vientos que se apresuraran a salir de las ciudades, pero no se me permitió hacerlo. ¡Fue muy triste! ¡Y me levanté con lágrimas en mis ojos! {Daisy Escalante: 22-01-2020, es.p2}
Amados, quiera Dios que ninguno de nosotros dilatemos. Que, aún, su misericordia pueda quedar para que, aquellos que no han salido, puedan salir. Quiera Dios que cada uno pueda entender que esto no es un juego, que hay mucho de por medio: su salvación, la de sus hijos, la de su esposo, la de su esposa, la salvación individual. {Daisy Escalante: 22-01-2020, es.p3}
¡Quiera Dios que puedan entender! Oro al Señor, para que así sea. Que Dios les bendiga. {Daisy Escalante: 22-01-2020, es.p4}