Testimonio
04-08-2017
(Intolerancia y Persecución)

En la madrugada, me dio un sueño y quiero compartirlo con ustedes, pero no sin antes dejarles unos textos que el Señor me dio: "2 Pedro 3:9", también me dio: "1 Tesalonicenses 5, Jeremías 4:20". Y el que me dio con el sueño: "Oseas 7". {Daisy Escalante: 04-08-2017, es.p1}

Vino esa voz. A veces viene un ángel, a veces es la voz del mismo Dios. Se puede reconocer, es la misma voz constante, una voz suave, hermosa, son palabras que uso humanamente para que podamos entender lo que les quiero decir, pero humanamente esa voz no la reconocemos aquí en la tierra, no la hemos escuchado en ningún lugar, es algo sublime, ¡es algo tan maravilloso! Y me dijo así, de esta forma, así me dijo el Señor: "No pondré mi Espíritu sobre aquellos que no me reconocen. Porque, si ellos no me reconocen, Yo no podré reconocerlos a ellos. Mis ovejas oyen mi voz y me siguen". Y ahí me dijo: "Oseas 7". {Daisy Escalante: 04-08-2017, es.p2}

Entonces, me dio un sueño. En el sueño, yo me veía que estaba en una iglesia. En esa iglesia estaban como dando la escuela sabática, porque yo veía que había varias personas que estaban levantadas en diferentes grupos, como pasa en la escuela sabática, los sábados por la mañana. Entonces, estábamos tratando, ¿verdad? de opinar referente a lo que allí se estaba llevando en ese momento, al tema que se estaba tocando. Más no nos dejaban. Ni a mi esposo ni a mí nos dejaban, porque decían que después que nosotros habláramos, pues, ya más nadie podría decir nada porque era como muy contundente, como muy acertado y no daba lugar a que otras personas se expresaran. Entonces, una hermana dice: "¿pero no es eso lo que estamos buscando? ¿no es lo que estamos buscando? Estamos buscando la luz y queremos saber qué es lo que Dios nos está queriendo decir a través de esto". Pero [al] que estaba dirigiendo no le parecía, así que, pues, nosotros optamos por quedarnos quietos en una esquina. {Daisy Escalante: 04-08-2017, es.p3}

Pero mi esposo salió afuera. Y varios hermanos se salieron con él y comenzaron a hacerle preguntas. Y yo le veía, de lejos, que él estaba hablando con ellos y contestándoles, lo podía ver a través de una ventana de la iglesia. Entonces, yo me quedé dentro y, en un momento dado, una hermana me llamó para que me sentara cerca de ella. Me estaba comentando: "pero ¿cómo es esto que no los dejan hablar? Yo no entiendo, estoy muy confundida". Entonces yo le estaba, a la hermana, tratando de alentar y diciéndole: "hermana, no se preocupe, no se preocupen, el Señor siempre está en control de todo. [La hermana continuó diciendo:] "No, pero cada vez que se hablaba algo yo aprendía. Y ahora, ¿qué vamos a hacer? Porque todos dicen lo mismo y, pues, no hay como crecimiento, todo es repetición, repetición". Entonces yo la alentaba, para que la hermanita no se desanimara en las cosas de Dios. Pero, de repente, veo que en el lugar donde yo tenía mis libros de la iglesia, la Biblia, el Himnario; yo siempre, como comúnmente, cargo con el Espíritu de Profecía, pues, ahí, en el sueño, también lo vi. Entonces, una hermana los sacó, los tiró al suelo y ella se sentó. Entonces yo fui y recogí los libros y ya me iba a sentar en otro lugar, pero vino otra persona y se sentó también en ese lugar. Y así sucesivamente en todos los lugares que estaban desocupados en esos bancos, en esas sillas de iglesia, pues yo quería sentarme, pero no había lugar porque siempre alguien [inaudible] triste, me fui hacia fuera y dije: "Señor, aquí, en este lugar, no hay espacio para mí, ¿qué voy a hacer?" {Daisy Escalante: 04-08-2017, es.p4}

Entonces, cuando salí afuera, pues varias personas se fueron tras mí, comenzaron a hacer preguntas y estábamos contentos porque podíamos, pues, disipar las preguntas de aquellas personas, les podíamos contestar, y estábamos contentos por ello. Pero, de repente, alguien de adentro de la iglesia salió y dijo: "ustedes están usurpando, están usurpando el momento del culto: ¡váyanse! ¡váyanse!", comenzó a gritar. Entonces, pues, los hermanos que estaban con nosotros se asustaron y entraron. Y nosotros, pues, nos montamos en un carro y nos fuimos. Llegamos a una casa, llegamos a un lugar, y ahí mi esposo tuvo que salir porque llegó un comunicado que había unas personas que necesitaban. {Daisy Escalante: 04-08-2017, es.p5}

Entonces, yo me quedé ahí, en ese lugar. Cuando me quedé ahí, en ese lugar, veo por la ventana que ya está como oscureciendo; pero, de repente, veo unas personas que vienen, las dos primeras personas que vi, vi que eran adventistas, así que asumí que todos los demás que venían eran adventistas, por alguna razón lo sabía. Entonces, cuando veo que ellas están llegando y están tocando la puerta, pero de una forma, así, bien fea, una forma como que están como queriendo tumbar la puerta veo, de repente, dos personas que conozco. Son personas muy allegadas a mí, no son adventistas, son educadoras en el hogar, y ellas comenzaron a hacerme con la mano que fuera hacia donde ellas estaban. Entonces salgo por ese lugar, con ellas, y me dicen: "hemos venido porque, no sé, algo nos movió a decirte que estas personas que vienen, te vienen a hacer daño". Entonces, yo decía dentro de mí: "¡pero sí son adventistas! ¿por qué me vienen a hacer daño?" {Daisy Escalante: 04-08-2017, es.p6}

Pero me fui con ellas y cuando me voy con ellas, me llevan a un lugar y me dicen: "espera aquí, porque vamos a contactar a tu esposo para que venga aquí también". Entonces, ellas, que no eran adventistas, eran las que nos estaban cuidando. {Daisy Escalante: 04-08-2017, es.p7}

Entonces, en ese momento, ya, por alguna razón, llegaron dos personas, era una familia; esposo y esposa. Entonces, eran adventistas. Y ya yo tenía un poquito de recelo por lo que me había pasado anteriormente. Pero, de repente, yo les digo, porque los vi cansados: "¿ustedes tienen sueño? ¿están cansados? vengan aquí, pueden recostarse un ratito, aquí en la cama". Yo también estaba recostada en la cama mirando por la ventana, esperando que mi esposo llegara, como me dijeron las muchachas que me llevaron a este lugar. Entonces cuando les digo que se recuesten en la cama, vienen y se acuestan en la cama, pero siguen estirándose, estirándose en la cama hasta que yo caigo de la cama. Y les digo: "¡pero ya cogieron toda la cama, completa!" Entonces me dicen: "sí, porque para eso hemos venido". {Daisy Escalante: 04-08-2017, es.p8}

Entonces me levanto del suelo, porque caí al suelo, me quedo mirando por la ventana y cuando me quedo mirando por la ventana, no sé de qué forma, pero pude ver cómo mi esposo estaba en el lugar donde él estaba, y cuando él estaba llevando las personas que le habían pedido el favor. Entonces, en ese entonces, cuando yo decía: "Señor, pero, ¿por qué no llega?, y lo veo en este momento que él está en el carro y muchas personas se le acercan alrededor, y comienzan a darle cantazos al carro, y él, pues, subió los cristales. En ese momento, cuando él sube los cristales, porque estas personas lo estaban atacando, como que me pude enfocar y cuando me enfoqué; vi que eran personas que reconocían, eran personas que eran adventistas, o por lo menos los había visto en la iglesia adventista. Entonces, yo decía: "Señor, pero, ¿por qué? ¿qué está pasando? Entonces, de repente veo cómo baja este ser. Era un ser vestido de blanco. Baja y lo comienza a sacar, a mi esposo. Entonces todas las personas cuando vieron esto, quedaron ahí como si fueran congeladas, no se podían mover, y entonces sacaron a mi esposo y lo trajeron donde yo estaba, y nos llevaron a un lugar que era pequeño, pero era escondido. Y nos dijeron: "esperen aquí". Y cuando nos dijeron así, pues nosotros nos quedamos ahí tranquilos, ya estábamos felices porque estábamos juntos, pero en ese momento empezamos a escuchar a los lejos, como detrás de unas montañas, comenzamos a escuchar que estaban pasando cosas bien terribles, muchos gritos, mucha vocería. {Daisy Escalante: 04-08-2017, es.p9}

Entonces, comenzamos a orar, nos tiramos de rodillas y comenzamos a orar, y empezamos a pedirle al Señor, que el Señor nos protegiera y que protegiera a todos sus hijos en la ancha faz de la tierra, porque entendíamos que algo terrible estaba pasando. Pasaron unos minutos, no sé cuántos, entonces el ser vuelve, y cuando vuelve nos dice: "están bien, están seguros, no teman". Entonces, yo le pregunto: "¿qué es lo que está pasando?" Y dice: "comenzó el hambre, comenzó la guerra, comenzaron las cosas feas en este en este mundo. Ya todo estaba predicho, pero muchos de ellos no [se] quisieron dar cuenta. Recibieron mensajes, leyeron la Palabra de Dios, fueron a la iglesia, pero no hicieron la preparación adecuada. Entonces, ellos no han recibido el refrigerio y todos ellos están recibiendo la lluvia tardía, pero la lluvia tardía del enemigo. El enemigo está tomando posesión de sus cuerpos, están desorganizados, están todos peleándose unos a los otros. ¡Deben salir corriendo de aquí, no pueden estar más aquí!" {Daisy Escalante: 04-08-2017, es.p10}

Entonces, nosotros salimos por un camino donde él levantó su mano y nos señaló, y seguimos corriendo, corriendo, corriendo, hasta que subimos a unas montañitas que había. No eran muy grandes, pero había bastantes árboles y, por alguna razón, allí nos sentíamos seguros. Nos quedamos allí, hasta que todo pasó, sentimos todo, ya, más tranquilo. En ese momento, vimos otras personas que también venían corriendo. Y veíamos estos otros humanos, pero ya no se veían como humanos, parecían como encarnaciones de demonios que estaban ahí, este, corriendo a otros que venían en la misma dirección de nosotros. Y, por alguna razón, no sé cómo, salimos y comenzamos a ayudarles a subir, y a subir y a subir. Y, cuando subían, ellos, los que venían detrás —que venían como endemoniados—, no podían subir a ese lugar. Entonces pudimos salvar a muchas personas que venían corriendo. {Daisy Escalante: 04-08-2017, es.p11}

Estábamos allí, estábamos tensos, estábamos asustados por lo que habíamos visto; más nos sentíamos seguros. Entonces en ese momento, cuando estoy en ese lugar, ahí, viendo esa escena, me repitieron otra vez: "Oseas 7", dile a mi pueblo que, por favor, lea Oseas 7. Dile a mi pueblo que estoy regresando. Dile a mi pueblo que se prepare. Dile a mi pueblo que, si no se pone a cuentas conmigo, no lo voy a poder salvar". {Daisy Escalante: 04-08-2017, es.p12}

¡Fue muy triste, amados hermanos! porque yo quisiera, de todo corazón, ¡de todo corazón!, amados hermanos, que todos procedamos al arrepentimiento y que todos nos salvemos. El Señor está llamando a su pueblo, el Señor quiere, de todo corazón, que su pueblo se entregue a él, que dejemos de ver las cosas de este mundo, todo es vanidad, todo esto va a pasar. Estamos viviendo en tiempos bien difíciles, donde todas las personas están pensando en dinero, en qué voy a hacer aquí y qué voy a hacer allá. Sin embargo, el Señor nos está llamando. Hagámosle caso el Señor, vayamos a él, entreguémonos de todo corazón, leamos su Palabra, el Espíritu de la Profecía, ayunemos, oremos, busquémosle de corazón, porque el Señor viene, el Señor está por regresar, todas las cosas ya están casi en su lugar, falta uno que otro evento para que todas las cosas, ya, pasen y nuestro Señor pueda venir a buscar a su pueblo. {Daisy Escalante: 04-08-2017, es.p13}

Pero el pueblo está durmiendo, el pueblo no se está dando cuenta de las cosas que están pasando, son muy pocos, y él sufre por eso. Y por eso manda mensajes para que podamos despertarnos, [no sólo] a través de mí, sino a través de otras personas, también, está pasando. Busquémosle de todo corazón, humillémonos delante de Él, saquemos la prepotencia que tenemos dentro de nosotros para que él pueda hacer morada en cada uno de nosotros; para que sea su Espíritu Santo el que nos guíe a toda verdad, a toda seguridad. Es mi deseo y oración de que todos procedamos al arrepentimiento y que todos podamos ser salvos. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 04-08-2017, es.p14}

"9El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento." {2 Pedro 3:9}

"1Pero acerca de los tiempos y de los momentos, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. 2Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá como ladrón en la noche, 3que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer que da a luz; y no escaparán. 4Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. 5Porque todos vosotros sois hijos de luz, e hijos del día; no somos de la noche, ni de las tinieblas. 6Por tanto, no durmamos como los demás; antes velemos y seamos sobrios. 7Porque los que duermen, de noche duermen; y los que se embriagan, de noche se embriagan. 8Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, vestidos de la coraza de fe y amor, y de la esperanza de salvación, como un yelmo. 9Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para obtener salvación por nuestro Señor Jesucristo; 10quien murió por nosotros, para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con Él. 11Por lo cual, consolaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis. 12Y os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; 13y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros. 14También os exhortamos, hermanos, que amonestéis a los que andan desordenadamente, que confortéis a los de poco ánimo, que soportéis a los débiles, que seáis pacientes para con todos. 15Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid lo bueno siempre unos para con otros, y para con todos. 16Estad siempre gozosos. 17Orad sin cesar. 18Dad gracias en todo; porque ésta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. 19No apaguéis el Espíritu. 20No menospreciéis las profecías. 21Examinadlo todo; retened lo bueno. 22Absteneos de toda apariencia de mal. 23Y el mismo Dios de paz os santifique enteramente; y que todo vuestro espíritu y alma y cuerpo sean guardados irreprensibles para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 24Fiel es el que os llama; el cual también lo hará. 25Hermanos, orad por nosotros. 26Saludad a todos los hermanos con ósculo santo. 27Os conjuro por el Señor, que esta carta sea leída a todos los santos hermanos. 28La gracia de nuestro Señor Jesucristo [sea] con vosotros. Amén. [La primera epístola a los tesalonicenses fue escrita de Atenas]." {1 Tesalonicenses 5}

"20Destrucción tras destrucción es anunciada; porque toda la tierra es devastada; de repente son destruidas mis tiendas, en un momento mis cortinas." {Jeremías 4:20}

"1Mientras curaba yo a Israel, se descubrió la iniquidad de Efraín, y las maldades de Samaria; porque obran con engaño; y el ladrón entra, y los salteadores despojan por fuera. 2Y no consideran en su corazón que tengo en la memoria toda su maldad: ahora los rodearán sus obras; delante de mí están. 3Con su maldad alegran al rey, y a los príncipes con sus mentiras. 4Todos ellos [son] adúlteros; son como horno encendido por el hornero, el cual cesará de avivar después que esté hecha la masa, hasta que esté leuda. 5En el día de nuestro rey los príncipes lo hicieron enfermar con vasos de vino; extendió su mano con los escarnecedores. 6Porque aplicaron su corazón, semejante a un horno, a sus artificios: toda la noche duerme su hornero; a la mañana está encendido como llama de fuego. 7Todos ellos arden como un horno, y devoraron a sus jueces; cayeron todos sus reyes; no [hay] entre ellos quien a mí clame. 8Efraín se mezcló con los pueblos; Efraín es torta no volteada. 9Comieron extraños su sustancia, y él no [lo] supo; y aun vejez se ha esparcido por él, y él no lo entendió. 10Y la soberbia de Israel testificará contra él en su cara; y con todo esto, no se volvieron a Jehová su Dios, ni lo buscaron. 11Y Efraín es como paloma incauta, sin entendimiento; llama a Egipto, acude a Asiria. 12Cuando fueren, extenderé sobre ellos mi red, los haré caer como aves del cielo; los castigaré conforme a lo que se ha oído en sus congregaciones. 13¡Ay de ellos! porque se apartaron de mí; destrucción vendrá sobre ellos, porque contra mí se rebelaron; yo los redimí, y ellos hablaron mentiras contra mí. 14Y no clamaron a mí con su corazón cuando aullaron sobre sus camas, para el trigo y el mosto se congregaron, se rebelaron contra mí. 15Aunque yo ceñí y fortalecí sus brazos, contra mí pensaron mal. 16Se vuelven, [pero] no al Altísimo; son como arco engañoso; sus príncipes caerán a espada por la soberbia de su lengua; esto [será] su escarnio en la tierra de Egipto." {Oseas 7}