Mes 4 en el calendario del ETERNO; mes 7, día 1, del 2022. Así dice el Señor: "estúdiense los capítulos de Deuteronomio 4 al 8". Estamos viviendo en tiempos muy, muy, solemnes. Estamos en tiempo de revisión, donde —delante del Juez de toda la tierra—, están pasando nuestros nombres. Estamos en tiempo de investigación, así que cada carácter está siendo investigado; cada caso, decidido para la eternidad. {Daisy Escalante: 01-07-2022, es.p1}
Así que, amados hermanos, el Señor ha pedido que en esta Luna Nueva, en este comienzo de mes en el calendario del ETERNO y su pueblo, veamos estos capítulos, Deuteronomio 4 a Deuteronomio 8, para para que podamos entender lo que Dios requirió de su pueblo antiguo a fin de que fuera un pueblo santo. Y es lo mismo que requiere de cada uno de nosotros, de su pueblo, en la ancha faz de la tierra. Quiera Dios que este día de Luna Nueva podamos entender lo que el ETERNO nos quiere dejar saber, a través de su Palabra, en estos capítulos. Y que podamos ponernos a cuentas con Él. Es mi ruego y oración que así sea. Que el Señor nos bendiga. {Daisy Escalante: 01-07-2022, es.p2}
"1Ahora pues, oh Israel, oye los estatutos y derechos que yo os enseño, para que los ejecutéis y viváis, y entréis y poseáis la tierra que Jehová el Dios de vuestros padres os da. 2No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios que yo os ordeno. 3Vuestros ojos vieron lo que hizo Jehová con motivo de Baal-peor; que a todo hombre que fue en pos de Baal-peor destruyó Jehová tu Dios de en medio de ti. 4Mas vosotros que os aferrasteis a Jehová vuestro Dios, todos [estáis] vivos hoy. 5Mirad, yo os he enseñado estatutos y derechos tal como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para poseerla. 6Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque ésta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es ésta. 7Porque ¿qué nación grande [hay] que tenga a Dios [tan] cerca a sí, como lo [está] Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? 8Y ¿qué nación grande [hay] que tenga estatutos y derechos [tan] justos como toda esta ley que hoy pongo delante de vosotros? 9Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, y no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos. 10El día que estuviste delante de Jehová tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo: Reúneme el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para temerme todos los días que vivieren sobre la tierra: y las enseñarán a sus hijos; 11Y os acercasteis, y os pusisteis al pie del monte; y el monte ardía en fuego hasta en medio de los cielos con tinieblas, nube, y oscuridad. 12Y Jehová habló con vosotros de en medio del fuego; oísteis la voz de sus palabras, pero a excepción de oír la voz, ninguna figura visteis. 13Y Él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra, los diez mandamientos; y los escribió en dos tablas de piedra. 14A mí también me mandó Jehová en aquel tiempo a enseñaros los estatutos y derechos, para que los pusieseis por obra en la tierra a la cual pasáis para poseerla. 15Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego; 16para que no os corrompáis, y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón o hembra, 17figura de algún animal que sea en la tierra, figura de ave alguna alada que vuele por el aire, 18figura de ningún [animal] que vaya arrastrando por la tierra, figura de pez alguno que haya en el agua debajo de la tierra. 19No sea que alzando tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, seas incitado, y te inclines a ellos, y les sirvas; porque Jehová tu Dios los ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos. 20Mas a vosotros Jehová os tomó, y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que le seáis por pueblo, por heredad, como en este día. 21Y Jehová se enojó contra mí por causa de vosotros, y juró que yo no pasaría el Jordán, ni entraría en la buena tierra, que Jehová tu Dios te da por heredad. 22Así que yo voy a morir en esta tierra, y no cruzaré el Jordán; pero vosotros pasaréis y poseeréis aquella buena tierra. 23Guardaos, no sea que olvidéis el pacto de Jehová vuestro Dios, que Él estableció con vosotros, y os hagáis escultura o imagen de cualquier cosa, que Jehová tu Dios te ha prohibido. 24Porque Jehová tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso. 25Cuando hubiereis engendrado hijos y nietos, y hubiereis envejecido en la tierra, y os corrompiereis, e hiciereis escultura o imagen de cualquier cosa, e hiciereis lo malo ante los ojos de Jehová vuestro Dios, para enojarlo; 26Yo pongo hoy por testigos al cielo y a la tierra, que presto pereceréis totalmente de la tierra hacia la cual pasáis el Jordán para poseerla: no estaréis en ella largos días sin que seáis totalmente destruidos. 27Y Jehová os esparcirá entre los pueblos, y quedaréis pocos en número entre las naciones a las cuales os llevará Jehová: 28Y serviréis allí a dioses hechos de manos de hombres, de madera y de piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen. 29Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares con todo tu corazón y con toda tu alma. 30Cuando estuviereis en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres a Jehová tu Dios, y oyeres su voz; 31(porque Jehová tu Dios [es] Dios misericordioso;) Él no te abandonará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que juró a tus padres. 32Pues pregunta ahora acerca de los tiempos pasados que fueron antes de ti, desde el día en que Dios creó al hombre sobre la tierra; y desde un extremo del cielo hasta el otro, si se ha hecho cosa tan grande como ésta, o se ha oído algo como esto. 33¿Ha oído pueblo [alguno] la voz de Dios, hablando de en medio del fuego, como tú la has oído, y ha sobrevivido? 34¿O ha intentado Dios venir a tomar para sí una nación de en medio de otra nación, con pruebas, con señales, con milagros y con guerra, y mano fuerte y brazo extendido, y grandes terrores, como todo lo que hizo con vosotros Jehová vuestro Dios en Egipto ante tus ojos? 35A ti te fue mostrado, para que supieses que Jehová, Él es Dios; no hay otro fuera de Él. 36Desde el cielo te hizo oír su voz, para enseñarte; sobre la tierra te mostró su gran fuego, y has oído sus palabras de en medio del fuego. 37Y porque Él amó a tus padres, escogió a su simiente después de ellos, y te sacó delante de sí de Egipto con su gran poder; 38Para echar de delante de ti naciones grandes y más fuertes que tú, y para introducirte, y darte su tierra por heredad, como hoy. 39Reconoce pues, hoy, y reconsidera en tu corazón que Jehová, Él es Dios arriba en el cielo, y abajo sobre la tierra; no [hay] otro. 40Y guarda sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra que Jehová tu Dios te da para siempre. 41Entonces apartó Moisés tres ciudades de este lado del Jordán al nacimiento del sol, 42para que huyese allí el homicida que matase a su prójimo por yerro, sin haber tenido enemistad con él en el pasado; y que huyendo a una de estas ciudades salvase su vida. 43A Beser en el desierto, en tierra de la llanura, de los rubenitas; y a Ramot en Galaad, de los gaditas; y a Golán en Basán, de los de Manasés. 44Ésta, pues, es la ley que Moisés propuso delante de los hijos de Israel. 45Éstos son los testimonios, y los estatutos, y los derechos, que Moisés notificó a los hijos de Israel, cuando hubieron salido de Egipto; 46a este lado del Jordán, en el valle delante de Bet-peor, en la tierra de Sehón rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón, al cual hirió Moisés con los hijos de Israel, cuando hubieron salido de Egipto: 47Y poseyeron su tierra, y la tierra de Og rey de Basán; dos reyes de los amorreos que [estaban] de este lado del Jordán, hacia el nacimiento del sol: 48Desde Aroer, que [está] junto a la ribera del arroyo de Arnón, hasta el monte de Sión, que es Hermón; 49y toda la llanura de este lado del Jordán, al oriente, hasta el mar del Arabá, hasta las vertientes de las aguas abajo del Pisga." {Deuteronomio 4}
"1Y Moisés llamó a todo Israel, y les dijo: Oye, Israel, los estatutos y derechos que yo pronuncio hoy en vuestros oídos: y aprendedlos, y guardadlos, para ponerlos por obra. 2Jehová nuestro Dios hizo pacto con nosotros en Horeb. 3No con nuestros padres hizo Jehová este pacto, sino con nosotros todos los que estamos aquí hoy vivos. 4Cara a cara habló Jehová con vosotros en el monte de en medio del fuego 5(Yo estaba entonces entre Jehová y vosotros, para declararos la palabra de Jehová; porque vosotros tuvisteis temor del fuego, y no subisteis al monte), diciendo: 6Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. 7No tendrás dioses ajenos delante de mí. 8No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en el cielo, o abajo en la tierra, o en las aguas debajo de la tierra. 9No te inclinarás a ellas ni les servirás; porque yo [soy] Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta [generación] de los que me aborrecen, 10y que hago misericordia a millares de los que me aman y guardan mis mandamientos. 11No tomarás en vano el nombre de Jehová tu Dios; porque Jehová no dará por inocente al que tomare en vano su nombre. 12Guarda el día sábado para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado. 13Seis días trabajarás y harás toda tu obra: 14Mas el séptimo día [es] el sábado de Jehová tu Dios: no harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas; para que descanse tu siervo y tu sierva como tú. 15Y acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido: por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo. 16Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da. 17No matarás. 18No cometerás adulterio. 19No hurtarás. 20No dirás falso testimonio contra tu prójimo. 21No codiciarás la esposa de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni ninguna cosa que sea de tu prójimo. 22Estas palabras habló Jehová a toda vuestra congregación en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la oscuridad, a gran voz: y no añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra, las cuales me dio a mí. 23Y aconteció que cuando oísteis la voz de en medio de las tinieblas, y visteis al monte que ardía en fuego, os acercasteis a mí, todos los príncipes de vuestras tribus, y vuestros ancianos; 24y dijisteis: He aquí, Jehová nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego: hoy hemos visto que Jehová habla al hombre, y éste vive. 25Ahora pues, ¿por qué moriremos? Porque este gran fuego nos consumirá; si oyéremos otra vez la voz de Jehová nuestro Dios, moriremos. 26Porque, ¿qué es toda carne, para que oiga la voz del Dios viviente que habla de en medio del fuego, como nosotros la oímos, y viva? 27Acércate tú, y oye todas las cosas que Jehová nuestro Dios diga; y tú nos dirás todo lo que Jehová nuestro Dios te diga, y nosotros lo oiremos y lo haremos. 28Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras, cuando me hablabais; y me dijo Jehová: He oído la voz de las palabras de este pueblo, que ellos te han hablado: bien está todo lo que han dicho. 29¡Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen, y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre! 30Ve, diles: Volveos a vuestras tiendas. 31Y tú quédate aquí conmigo, y te diré todos los mandamientos, y estatutos, y derechos que les has de enseñar, a fin que los pongan ahora por obra en la tierra que yo les doy para poseerla. 32Mirad, pues, que hagáis como Jehová vuestro Dios os ha mandado: no os apartéis a derecha ni a izquierda; 33Andad en todo camino que Jehová vuestro Dios os ha mandado, para que viváis, y os vaya bien, y tengáis largos días en la tierra que habéis de poseer." {Deuteronomio 5}
"1Éstos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para poseerla: 2Para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, y tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, y que tus días sean prolongados. 3Oye pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien, y seáis multiplicados, como te ha prometido Jehová el Dios de tus padres, en la tierra que fluye leche y miel. 4Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es: 5Y amarás a Jehová tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas. 6Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón: 7Y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes: 8Y las atarás por señal en tu mano, y estarán por frontales entre tus ojos: 9Y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus portadas. 10Y será, cuando Jehová tu Dios te hubiere introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac, y Jacob, que te daría; en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste, 11y casas llenas de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas cavadas, que tú no cavaste, viñas y olivares que no plantaste; luego que comieres y te saciares, 12guárdate que no te olvides de Jehová, que te sacó de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. 13A Jehová tu Dios temerás, y a Él solo servirás, y por su nombre jurarás. 14No andaréis en pos de dioses ajenos, de los dioses de los pueblos que están en vuestros contornos: 15Porque el Dios celoso, Jehová tu Dios, en medio de ti está; no sea que se encienda el furor de Jehová tu Dios contra ti, y te destruya de sobre la faz de la tierra. 16No tentaréis a Jehová vuestro Dios, como lo tentasteis en Masah. 17Guardaréis diligentemente los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y sus testimonios y sus estatutos que te ha mandado. 18Y harás lo recto y bueno en ojos de Jehová, para que te vaya bien, y entres y poseas la buena tierra que Jehová juró a tus padres; 19para echar a todos tus enemigos de delante de ti, como Jehová ha dicho. 20Y cuando mañana te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué [significan] los testimonios y estatutos y derechos que Jehová nuestro Dios os ha mandado? 21Entonces dirás a tu hijo: Nosotros éramos siervos de Faraón en Egipto, y Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte; 22y Jehová mostró señales y milagros grandes y terribles en Egipto, sobre Faraón y sobre toda su casa, delante de nuestros ojos; 23y nos sacó de allá, para traernos y darnos la tierra que juró a nuestros padres; 24Y nos mandó Jehová que ejecutásemos todos estos estatutos, y que temiésemos a Jehová nuestro Dios, para que nos vaya bien todos los días, y para preservarnos la vida, como [hasta] hoy. 25Y tendremos justicia cuando cuidáremos de poner por obra todos estos mandamientos delante de Jehová nuestro Dios, como Él nos ha mandado." {Deuteronomio 6}
"1Cuando Jehová tu Dios te hubiere introducido en la tierra en la cual tú has de entrar para poseerla, y hubiere echado de delante de ti muchas naciones, al heteo, al gergeseo, y al amorreo, y al cananeo, y al ferezeo, y al heveo, y al jebuseo, siete naciones mayores y más fuertes que tú; 2Y cuando Jehová tu Dios las hubiere entregado delante de ti, las herirás; del todo las destruirás; no harás con ellos alianza, ni les tendrás misericordia. 3Y no emparentarás con ellos: no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo. 4Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de Jehová se encenderá sobre vosotros, y te destruirá presto. 5Mas así habéis de hacer con ellos: Sus altares destruiréis, y quebraréis sus estatuas, y cortaréis sus imágenes de Asera, y quemaréis sus esculturas en el fuego. 6Porque tú eres pueblo santo a Jehová tu Dios: Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra. 7No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová, y os ha escogido; porque vosotros [erais] el más pequeño de todos los pueblos; 8mas porque Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano fuerte, y os ha rescatado de casa de servidumbre, de la mano de Faraón, rey de Egipto. 9Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta las mil generaciones; 10Y que da el pago en su cara al que le aborrece, destruyéndolo; y no lo dilatará al que le odia, en su cara le dará el pago. 11Guarda por tanto los mandamientos, estatutos y derechos que yo te mando hoy que cumplas. 12Y será que, si obedeciereis a estos decretos, y los guardares y los pusieres por obra, Jehová tu Dios guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres; 13y te amará, y te bendecirá, y te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre, y el fruto de tu tierra, y tu grano, y tu mosto, y tu aceite, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría. 14Bendito serás más que todos los pueblos; no habrá en ti varón ni hembra estéril, ni en tus bestias. 15Y quitará Jehová de ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto, que tú conoces, no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren. 16Y consumirás a todos los pueblos que te da Jehová tu Dios; no los perdonará tu ojo; ni servirás a sus dioses, porque te [será] tropiezo. 17Cuando dijeres en tu corazón: Estas naciones [son] más [grandes] que yo, ¿cómo las podré desarraigar? 18No tengas temor de ellos; acuérdate bien de lo que hizo Jehová tu Dios con Faraón y con todo Egipto; 19de las grandes pruebas que vieron tus ojos, y de las señales y milagros, y de la mano fuerte y brazo extendido con que Jehová tu Dios te sacó; así hará Jehová tu Dios con todos los pueblos de cuya presencia tú temieres. 20Y también enviará Jehová tu Dios sobre ellos avispas, hasta que perezcan los que quedaren, y los que se hubieren escondido de delante de ti. 21No desmayes delante de ellos, que Jehová tu Dios está en medio de ti, Dios grande y terrible. 22Y Jehová tu Dios echará a estas naciones de delante de ti poco a poco; no las podrás acabar luego, no sea que las bestias del campo se aumenten contra ti. 23Mas Jehová tu Dios las entregará delante de ti, y Él las quebrantará con grande destrozo, hasta que sean destruidas. 24Y Él entregará sus reyes en tu mano, y tú destruirás el nombre de ellos de debajo del cielo; nadie te hará frente hasta que los destruyas. 25Las esculturas de sus dioses quemarás en el fuego: no codiciarás plata ni oro de sobre ellas para tomarlo para ti, para que no tropieces en ello, pues es abominación a Jehová tu Dios; 26y no meterás abominación en tu casa, para que no seas anatema como ello; del todo lo aborrecerás y lo abominarás; porque es anatema." {Deuteronomio 7}
"1Cuidaréis de poner por obra todo mandamiento que yo os ordeno hoy, para que viváis, y seáis multiplicados, y entréis, y poseáis la tierra, de la cual juró Jehová a vuestros padres. 2Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que [había] en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. 3Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, [comida] que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido; para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda [palabra] que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre. 4Tu ropa nunca se envejeció sobre ti, ni el pie se te ha hinchado por estos cuarenta años. 5Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga. 6Guardarás, pues, los mandamientos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y temiéndolo. 7Porque Jehová tu Dios te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes, de abismos que brotan por vegas y montes; 8tierra de trigo y cebada, y de vides, e higueras, y granados; tierra de olivos, de aceite, y de miel; 9tierra en la cual no comerás el pan con escasez, no te faltará nada en ella; tierra que sus piedras son hierro, y cortarás bronce de sus montes. 10Y comerás y te saciarás, y bendecirás a Jehová tu Dios por la buena tierra que te habrá dado. 11Guárdate de que no te olvides de Jehová tu Dios, dejando de observar sus mandamientos, y sus derechos y sus estatutos que yo te ordeno hoy. 12No sea que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que mores, 13y se multipliquen tus vacas y tus ovejas, y se te multiplique la plata y el oro, y todo lo que tuvieres se te aumente, 14y se eleve luego tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de siervos; 15que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había agua, y Él te sacó agua de la roca del pedernal; 16que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien; 17y digas en tu corazón: Mi poder y la fortaleza de mi mano me han traído esta riqueza. 18Antes acuérdate de Jehová tu Dios; porque Él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día. 19Mas será que si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios, y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres, y los adorares, yo testifico hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. 20Como las naciones que Jehová destruirá delante de vosotros, así pereceréis; por cuanto no habréis atendido a la voz de Jehová vuestro Dios." {Deuteronomio 8}