Q&A: 29-08-2021 (11526)

agosto 29, 2021. 12:59 am | Publicado en Q&A
Pregunta Hermana D:
Si no Tenemos accesos a muchas cosas como: sueros, toda la variedad de semillas que necesito, todo lo que aportará fuerza a mi bebé y a mí, ¿será prudente dar a luz en la montaña o será mejor ir al hospital? Es que estoy preocupada porque ya estoy a un mes y un poco, de dar a luz y no llevo una salud muy buena. Me falta reforzamiento de muchos alimentos que no he podido conseguir y estoy pálida aun siendo mi piel de color oscuro, tengo la barriga no tan grande como en mi primer bebé hace cuatro años; y estoy delgada! ¿Qué pudiera hacer? ¿Debiera ir para el hospital?
Respuesta:

El cuidado de la esposa

Es un error generalizado pensar que no es necesario para una mujer embarazada cambiar su modo de vida. En este período importante debiera aliviarse a la madre en sus trabajos. Se están llevando a cabo grandes cambios en su organismo. Este requiere una mayor cantidad de sangre, y por lo tanto, un aumento en la cantidad de alimentos altamente nutritivos que han de convertirse en sangre. A menos que tenga una abundante provisión de alimentos nutritivos, no puede mantenerse físicamente fuerte, y les resta vitalidad a sus hijos. También debe prestar atención a su vestimenta. Debiera cuidar su cuerpo del frío. No debiera malgastar su vitalidad en la zona superficial de su cuerpo por falta de suficiente abrigo. Si se priva a la madre de abundantes alimentos saludables y nutritivos, sufrirá de una deficiencia en la cantidad y calidad de sangre. Su circulación será pobre y su hijo sufrirá esta misma carencia. El hijo será incapaz de retener el alimento necesario en la producción de buena sangre para nutrir el organismo. El bienestar de la madre y el niño depende en mucho de una vestimenta buena y abrigada y una provisión de alimentos nutritivos. Debe considerarse la carga extra que debe soportar la vitalidad de la madre y brindarse una compensación adecuada.

El control del apetito es importante

Pero, por otro lado, la idea de que las mujeres, por causa de su estado especial, pueden permitirse fomentar un apetito descontrolado, es un error basado en la costumbre en vez de la razón. El apetito de la mujer en este estado puede ser variable, irregular y difícil de satisfacer; y por costumbre se le permite ingerir todo lo que le gusta, sin consultar a la razón en cuanto a si cierto alimento puede nutrir su cuerpo y ayudar al crecimiento de su hijo. Los alimentos debieran ser nutritivos, pero no estimulantes. Por costumbre se le permite comer, si lo desea, carne, encurtidos, comida altamente sazonada o pasteles de carne picada; se siguen solamente las inclinaciones del apetito. Este es un gran error, y causa mucho daño. El daño es inestimable. Si en algún momento se necesita un régimen alimentario sencillo y un cuidado especial por la calidad de los alimentos ingeridos, es precisamente en este importante período. CSI 76.2

Las mujeres que obran por principio, y que han sido instruidas correctamente, no se apartarán de un régimen sencillo, muy especialmente en este tiempo. Tendrán en cuenta que otra vida depende de ellas, y serán cuidadosas en cuanto a sus hábitos, y especialmente en cuanto al régimen alimenticio. No debieran ingerir lo que no es nutritivo o es estimulante sólo porque tiene buen gusto. Hay muchos consejeros dispuestos a persuadirlas a hacer aquello que la razón les indicaría no hacer. CSI 77.1

Nacen niños enfermos por causa de que los padres complacen su apetito. El organismo no demandaba la variedad de alimento que les atraía. Creer que una vez que imaginamos que deseamos un alimento, éste debe pasar al estómago, es un gran error que las mujeres cristianas no debieran cometer. No debiera permitirse que la imaginación controle las necesidades del organismo. Los que permiten que el gusto los gobierne, sufrirán el castigo de transgredir las leyes de su organismo. Y no se termina aquí el asunto; su inocente hijo también sufrirá... CSI 77.2

Consejos relacionados con la maternidad

Toda mujer que va a ser madre, a pesar del medio que la rodee, debe alentar constantemente una disposición alegre, sabiendo que sus esfuerzos le producirán una cosecha diez veces mayor en el aspecto físico y en el carácter moral de su vástago. Pero esto no es todo. Ella podrá, por fuerza de hábito, acostumbrarse a pensar alegre y positivamente, y fomentar así una mentalidad placentera y proyectar su propia disposición alentadora sobre su familia y las demás personas que la rodean. CSI 78.2

De este modo, también su salud física mejorará considerablemente. Los principios vitales serán fortalecidos; la sangre no fluirá pesadamente, como cuando se deja invadir por la tristeza y el abatimiento. Su salud mental y moral se vigorizan con la animación de su propio espíritu. El poder de la voluntad será capaz de resistir las impresiones de la mente y llegará a ser un calmante efectivo para sus nervios. Se debe tener un cuidado muy especial con los niños a quienes se ha privado de esta vitalidad que deberían haber heredado de sus padres. La atención cuidadosa a las leyes de su ser les permitirá el desarrollo de condiciones mucho más saludables.

En un campamento donde la mujer embarazada no cuente con una partera de experiencia y no haya tenido los alimentos y cuidados necesarios durante el embarazo está no debe dar a luz en dicho campamento y debe buscar ayuda en un hospital, ya que la posible desnutrición traiga complicaciones tanto al bebé como a la madre.

También cabe recalcar que este no es tiempo ya de traer hijos al mundo, más si este ya está en curso debe ser de forma responsable y asumir las responsabilidades que esto conlleva ante Dios y la sociedad.

Cada vida costó el precio de la sangre de Cristo Jesús y son de gran valor para Él, como lo debe ser para cada uno de nosotros.