Juan 4

Juan 4

1 Y cuando el Señor entendió que los fariseos habían oído que Jesús hacía y bautizaba más discípulos que Juan
2 (aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos),
3 dejó Judea, y se fue otra vez a Galilea.
4 Y le era necesario pasar por Samaria.
5 Vino, pues, a una ciudad de Samaria que se llamaba Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José;
6 y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo; y era como la hora sexta.
7 Y vino una mujer de Samaria a sacar agua; [y] Jesús le dijo: Dame de beber
8 (Pues los discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer).
9 Entonces la mujer samaritana le dijo: ¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque los judíos no tienen tratos con los samaritanos.
10 Respondió Jesús y le dijo: Si conocieses el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías a Él, y Él te daría agua viva.
11 La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva?
12 ¿Eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y su ganado?
13 Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua volverá a tener sed,
14 pero el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
15 La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que yo no tenga sed, ni venga acá a sacarla.
16 Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá.
17 Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido;
18 porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad.
19 La mujer le dijo: Señor, me parece que tú eres profeta.
20 Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.
21 Jesús le dijo: Mujer, créeme que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.
22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.
23 Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; pues también el Padre tales [adoradores] busca que le adoren.
24 Dios [es] Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que [le] adoren.
25 La mujer le dice: Sé que el Mesías ha de venir, el que es llamado, el Cristo: Cuando Él venga nos declarará todas las cosas.
26 Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.
27 Y en esto llegaron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con la mujer; pero ninguno dijo: ¿Qué preguntas? O: ¿Por qué hablas con ella?
28 Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres:
29 Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho: ¿No será Éste el Cristo?
30 Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a Él.
31 Entre tanto, los discípulos le rogaban, diciendo: Rabí, come.
32 Pero Él les dijo: Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis.
33 Entonces los discípulos se decían el uno al otro: ¿Le habrá traído alguien de comer?
34 Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.
35 ¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que venga la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque [ya] están blancos para la siega.
36 Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna; para que el que siembra como el que siega juntos se regocijen.
37 Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega.
38 Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.
39 Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad creyeron en Él por la palabra de la mujer, que testificaba [diciendo]: Me ha dicho todo lo que he hecho.
40 Entonces, cuando los samaritanos vinieron a Él, le rogaron que se quedase con ellos; y se quedó allí dos días.
41 Y creyeron muchos más por la palabra de Él.
42 Y decían a la mujer: Ahora creemos, no [sólo] por tu dicho, [sino] porque nosotros mismos [le] hemos oído, y sabemos que verdaderamente Éste es el Cristo, el Salvador del mundo.
43 Y dos días después, salió de allí y se fue a Galilea.
44 Porque Jesús mismo dio testimonio de que el profeta no tiene honra en su propia tierra.
45 Y cuando vino a Galilea, los galileos le recibieron, habiendo visto todas las cosas que Él hizo en Jerusalén en el día de la fiesta; pues también ellos habían ido a la fiesta.
46 Vino, pues, Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Y había en Capernaúm un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo.
47 Éste, cuando oyó que Jesús venía de Judea a Galilea, vino a Él y le rogó que descendiese y sanase a su hijo, porque estaba a punto de morir.
48 Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis.
49 El oficial del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera.
50 Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue.
51 Y cuando ya él descendía, sus siervos salieron a recibirle, y [le] dieron las nuevas, diciendo: Tu hijo vive.
52 Entonces les preguntó a qué hora había comenzado a mejorar. Y le dijeron: Ayer a la hora séptima le dejó la fiebre.
53 Entonces el padre entendió que aquella hora [era] cuando Jesús le dijo: Tu hijo vive; y creyó él, y toda su casa.
54 Éste además [es] el segundo milagro que Jesús hizo, cuando vino de Judea a Galilea.

Testimonios Selectos, tomo 1. Capítulo 30: El Zarandeo (sólo en español)

Testimonios Selectos, tomo 1. Capítulo 30: El Zarandeo (sólo en español)

Vi que algunos, con robusta fe y acongojados gritos, clamaban ante Dios. Estaban pálidos y su rostro demostraba la profunda ansiedad resultante de su lucha interna. Gruesas gotas de sudor bañaban su frente; pero con todo, su aspecto manifestaba firmeza y gravedad. De cuando en cuando brillaba en sus semblantes la señal de la aprobación de Dios, y después volvían a quedar en severa, grave y anhelante actitud. {1TS 173.1}

Los ángeles malos los rodeaban, oprimiéndolos con tinieblas para ocultarles la vista de Jesús y para que sus ojos se fijaran en la obscuridad que los rodeaba, a fin de inducirlos a desconfiar de Dios y murmurar contra él. Su única salvaguardia estaba en mantener los ojos alzados al cielo, pues los ángeles de Dios estaban encargados del pueblo escogido, y, mientras que la ponzoñosa atmósfera de los malos ángeles circundaba y oprimía a las ansiosas almas, los ángeles celestiales batían sin cesar las alas para disipar las densas tinieblas. {1TS 173.2}

De cuando en cuando Jesús enviaba un rayo de luz a los que angustiosamente clamaban, para iluminar su rostro y alentar su corazón. Vi que algunos no participaban en esta obra de acongojada demanda, sino que se mostraban indiferentes y negligentes, sin cuidarse de resistir a las tinieblas que los envolvían, y éstas los encerraban como una espesa nube. Los ángeles de Dios se apartaron de ellos y acudieron en auxilio de los que anhelosamente oraban. Vi ángeles de Dios que se apresuraban en auxiliar a cuantos se empeñaban en resistir con todas sus fuerzas a los ángeles malos y procuraban ayudarse a sí mismos, clamando perseverantemente a Dios. Pero los ángeles nada hicieron por quienes no procuraban ayudarse a sí mismos, y los perdí de vista. {1TS 173.3}

Pregunté cuál era el significado del zarandeo que yo había visto, y se me respondió que lo motivaría el directo testimonio que exige el consejo que el Testigo fiel dió a la iglesia de Laodicea. Moverá este consejo el corazón de quien lo reciba y le conducirá a ensalzar el estandarte de la recta verdad y a difundirla. Algunos no soportarán este testimonio directo, sino que se levantarán contra él, y esto es lo que causará un zarandeo en el pueblo de Dios. {1TS 173.4}

Vi que el testimonio del Testigo fiel apenas había sido escuchado. El solemne testimonio, del cual depende el destino de la iglesia, se tiene en poca estima, cuando no está por completo menospreciado. Este testimonio ha de mover a profundo arrepentimiento. Todos los que sinceramente lo reciban, lo obedecerán y quedarán purificados. {1TS 174.1}

Dijo el ángel: “Escuchad.” Oí una voz que resonaba dulce y armoniosa como concertada sinfonía. Era incomparablemente más melodiosa que cuantas músicas oyera hasta entonces y parecía henchida de misericordia, compasión y gozo santo y enaltecedor. Conmovió todo mi ser. El ángel dijo: “Mirad.” Mi atención se fijó entonces en la hueste que antes había visto y que estaba fuertemente sacudida. Vi a los que antes gemían y oraban con aflicción de espíritu. Doble número de ángeles custodios los rodeaba, y los cubría de pies a cabeza una armadura. Marchaban en perfecto orden como una compañía de soldados. En su semblante expresaban el tremendo conflicto que habían sobrellevado y la congojosa batalla que acababan de reñir; pero los rostros antes arrugados por la angustia, resplandecían ahora, iluminados por la gloriosa luz del cielo. Habían logrado la victoria, y esto despertaba en ellos profunda gratitud y un gozo santo y sagrado. {1TS 174.2}

El número de esta hueste había disminuido. En el zarandeo, algunos se quedaron fuera del camino. Los descuidados e indiferentes que no se unieron con quienes apreciaban la victoria y la salvación lo bastante para perseverar en anhelarlas clamando angustiosamente por ellas, no las obtuvieron y quedaron rezagados en tinieblas, y sus sitios fueron ocupados en seguida por otros, que se afiliaron a la hueste que había aceptado la verdad. Los ángeles malignos todavía se agrupaban a su alrededor, pero ningún poder tenían sobre ellos. {1TS 174.3}

Oí que los revestidos de la armadura proclamaban poderosamente la verdad, con fructuosos resultados. Muchas personas habían estado ligadas; algunas esposas por sus consortes, y algunos hijos por sus padres. Las gentes sinceras, que hasta entonces habían sido impedidas de oír la verdad, se adhirieron ardientemente a ella. Desvanecióse todo temor a los parientes y la verdad tan sólo les parecía sublime. Habían tenido hambre y sed de verdad, y ésta les era más preciosa que la vida. Pregunté por la causa de tan profunda mudanza y un ángel me respondió: “Es la lluvia tardía; el refrigerio de la presencia del Señor; el potente pregón del tercer ángel.” {1TS 175.1}

Formidable poder tenían aquellos escogidos. Dijo el ángel: “Mirad.” Vi a los impíos, malvados e incrédulos. Estaban todos en gran excitación. El celo y potencia del pueblo de Dios los había enfurecido. Por doquiera dominaba en ellos la confusión. Vi que tomaban medidas contra la hueste que tenía la luz y el poder de Dios. Pero esta hueste, aunque rodeada por densas tinieblas, se mantenía firme con la aprobación de Dios y su confianza en él. Los vi perplejos; luego los oí clamar a Dios ardientemente, sin cesar día y noche en su angustioso grito: “¡Hágase Señor tu voluntad! Si ha de servir para gloria de tu nombre, dale a tu pueblo el medio de escapar. Líbranos de los paganos que nos rodean. Nos han sentenciado a muerte; pero tu brazo puede salvarnos.” Tales son las palabras que puedo recordar. Todos mostraban honda convicción de su insuficiencia y manifestaban completa sumisión a la voluntad de Dios. Sin embargo, todos sin excepción, como Jacob, oraban y luchaban fervorosamente por su liberación. {1TS 175.2}

Poco después de haber comenzado estos humanos su anhelante clamor, los ángeles, movidos a compasión, quisieron ir a librarlos; pero un ángel mayor, que a los otros mandaba, no lo consintió, y dijo: “Todavía no está cumplida la voluntad de Dios. Han de beber del cáliz. Han de ser bautizados con el bautismo.” {1TS 176.1}

Después oí la voz de Dios que estremecía cielos y tierra. Sobrevino un horrendo terremoto. Por doquiera se derrumbaban los edificios. Entonces oí un triunfante cántico de victoria, un cántico potente, armonioso y claro. Miré a la hueste que poco antes estaba en tan angustiosa esclavitud y vi que su cautividad había cesado. Los iluminaba una refulgente luz. ¡Cuán hermosos parecían entonces! Se había desvanecido toda muestra de inquietud y fatiga, y cada rostro rebosaba de salud y belleza. Sus enemigos, los paganos que los rodeaban, cayeron como muertos, porque no les era posible resistir la luz que iluminaba a los redimidos santos. Esta luz y gloria permanecieron sobre ellos hasta aparecer Jesús en las nubes del cielo, y la fiel y probada hueste fue transformada en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, de gloria a gloria. Se abrieron los sepulcros y resucitaron los santos, revestidos de inmortalidad, exclamando: “¡Victoria sobre la muerte y el sepulcro!” Y junto con los santos vivientes, fueron arrebatados para encontrar a su Señor en el aire, mientras que hermosos y armónicos gritos de gloria y victoria salían de todo labio inmortal. {1TS 176.2}

Testimonio: 21-12-2017
Testimonio
21-12-2017
(Siembra No Productiva)

Amados, en diciembre 21 del 2017, en sueños, fui llevada a unos campos de siembra. Era una llanura amplia, y vi cómo, muchos, trabajaban la tierra con maquinarias enormes. Allí vi que muchas personas estaban tristes, pues sus campos ya no eran tan productivos como antes. Y vi cómo la escasez de alimentos llegaba y muchos sufrían por ella. {Daisy Escalante: 21-12-2017 , es.p1}

Entonces, en ese momento, fui llevada a un lugar donde había muchos apartamentos, fue otra escena. Y había edificios, estos edificios tenían tres pisos. Y estos edificios, por fuera, estos pisos, tenían balcones. Allí yo llegué, y, mientras yo llegaba hacia ellos, pude ver que, en los balcones, había personas. Y, al enfocarme bien [en] quiénes eran estas personas, pues, entonces vi que eran pastores adventistas. Todos ellos estaban bien vestidos, y empezaban a hablar entre ellos. Al verme, que yo llegué con otros hermanos, todos comenzaron a murmurar. Y unos de ellos bajaron hacia nosotros y nos preguntaron que qué hacíamos ahí. {Daisy Escalante: 21-12-2017 , es.p2}

Entonces, una hermana que estaba conmigo le contestó: "ésta, ésta es la razón". Entonces, esta hermana tenía un papel, un escrito. Y uno de ellos le gritó, que no, que no lo leyera, que esperara porque aún la junta no se había reunido. Pero, con todo y eso, vi cómo aquellos pastores se airaron contra nosotros y nos gritaban que nos fuéramos. Así que salimos de allí y le dije a la hermana: "muéstreme el papel". Entonces, ella me lo mostró y pude ver lo que allí estaba escrito. Lo que estaba allí escrito decía: "MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN". Entonces yo quedé muy sorprendida, muy perpleja, muy asustada, porque entendí lo que allí estaba dicho. Entonces exclamé: "¡Señor, ayúdalos!" Pero el Señor no se hizo esperar y me respondió: "ellos ya tuvieron su paga, por cuanto desecharon al Santo de Israel y enseñaron a creer en hombres antes que en Dios". Entonces me retiré de aquel lugar, estaba llorando. Cada pastor de los que estaban allí, ¡yo lo conocía! Había hablado con ellos en tiempos pasados, habíamos discutido de la Palabra de Dios, ¡pero era bien triste porque ahora esto estaba sucediendo! {Daisy Escalante: 21-12-2017 , es.p3}

Ya yo sentía que su suerte estaba echada, ya se me había dictado así. Entonces, en el momento de la aflicción, de la angustia, del sufrimiento, bajo esta declaración, en esos momentos, desperté. Y se me citaron estas palabras: "hay camino que al hombre parece derecho, pero su fin es camino de muerte". En ese momento quedé meditando [en] todas estas personas, estos pastores que, teniendo una fe tan linda, tan maravillosa, sabiendo el camino correcto, deciden, pues, retener este camino, en no exponerlo, o en no seguirlo, por amor a lo que sea que se interponga entre ellos. ¡Así que esto es muy triste, amados hermanos!, pero tengo que exponerlo porque así se me mostró para que lo expusiera. Quiera Dios que cada uno de nosotros no estemos siguiendo hombres sino que sigamos al Rey de reyes y Señor de señores. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 21-12-2017 , es.p4}

Testimonio: 16-06-2018
Testimonio
16-06-2018
(La Siega)

Amados, junio 16, 2018. Frente a mí estaba, en sueños, este personaje. ¡Era muy precioso! Era resplandeciente, y, en sus manos, traía unas semillas. Mientras yo miraba esas semillas, que eran grandes, ¡eran preciosas!, eran muchas semillas, él comenzó a hablar y dijo: "La mies está madura. Mis mensajeros están casi listos, ellos son los que dividirán al mundo entero en dos, en la paja y en el trigo, con mi mensaje. Esforzaos en toda sabiduría y ciencia celestial pues a quien quiero la doy. Avanzad en el entendimiento de la Palabra de Vida, y no divaguéis entre lo inmundo y lo verdadero. Ninguno que no haga este hábito podrá subsistir en la prueba final. Sólo la fe a un Escrito Está será su arma contra el maligno". {Daisy Escalante: 16-06-2018 , es.p1}

"No hay mies sin siembra de semilla y no hay cosecha si ésta no crece, ¿qué estaremos dispuestos a hacer para tener una buena cosecha?" —preguntó—. Y él mismo contestó: "el buen agricultor hace esto: prepara la tierra, corta la maleza, suelta la tierra, prepara los surcos, abona el suelo naturalmente, siembra la planta, tapa sus raíces, la aterra, la cobija de las temperaturas extremas y le da agua a su tiempo cada mañana. La cuida de los invasores, la poda y la vuelve aterrar a su tiempo. Al hacer este vínculo con ella y proveerle todo lo necesario, esta crece fortalecida y, pronto, se verá su robusto fruto". {Daisy Escalante: 16-06-2018 , es.p2}

"Al tener frutos requerirá más alimento y más riego: alimento semanal y riego dos veces al día, mientras ésta mantiene su fruto. Refresca sus raíces, para una buena asimilación de alimento, y refresca con heno la tierra para que conserve su humedad. Estos cuidados haced en mi huerto, pues es un don de Dios. Recoged mi lluvia a su tiempo y dad acción de gracias. Y cuidad [este] precioso don, pues cada ser depende de ella para subsistir. Todo esto, y aún más, hace el buen agricultor. El buen agricultor se acuesta pensando en su huerto y se levanta mirando su huerto. Sabe, y entiende, que la subsistencia de sus plantas es la suya propia. No la abandona, sino que está con ella hasta el fruto final. La cuida y protege como su posesión más preciosa. Mira los tiempos y conoce las estaciones, y se prepara para ellas. Almacena la lluvia y guarda el torrente del líquido precioso para el tiempo malo. Reconoce cuál de sus siembras es apta para cada estación, y la cultiva feliz, confiando de que siempre tendrá, con el método, el producto deseado". {Daisy Escalante: 16-06-2018 , es.p3}

"Yo Soy el agricultor", decía, "que paso mis cuidados a todos en el mundo. Y mi semilla es buena, más la tierra árida, pedregosa, la poca profunda y llena de espinas la ahoga y aún está, ella, presa fácil del depredador. Esto os lo he dicho antes, cada vez que cultivéis, sabed que de igual manera Yo hago con cada uno de vosotros, y aún más. En el sembrar aprenderéis y seréis conscientes de mis cuidados por vosotros. Esto os acercará a Mí y os preparará en oración y reflexión, en llanto y ruego, en arrepentimiento, amor, justicia y verdad para la cosecha final". {Daisy Escalante: 16-06-2018 , es.p4}

"Mis libros están abiertos a dicho conocimiento. Buscadme y me hallaréis porque me buscaréis de todo vuestro corazón. Y Yo sanaré vuestra tierra y traeré la lluvia a su tiempo si se humillare mi pueblo e invocare mi nombre con manos limpias y con corazón contrito y humillado. Y, así, hallaréis descanso para vuestras almas y seréis saciados". {Daisy Escalante: 16-06-2018 , es.p5}

Después de esto, amados, se me dieron unos versículos: "Colosenses 2:9; Mateo 13; Marcos 4; Lucas 8; 2 Crónicas 7:12-22; Colosenses 4:5; 1 Samuel 2:9; Habacuc 2:9; Filipenses 2:9-11; Oseas 2:8-9; Colosenses 2:4; Abdías 1:3; Miqueas 4:6-13; Proverbios 2; Apocalipsis 22:1-7". {Daisy Escalante: 16-06-2018 , es.p6}

Espero en el Señor que esto sea de bendición para cada uno, empezando por mí, primeramente, y nos demos cuenta de que el Buen Agricultor desea que cada uno de nosotros estemos preparados para lo que, ya, nos viene encima. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 16-06-2018 , es.p7}

Colosenses 2:9

9 Porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,

Mateo 13

1 Y aquel día salió Jesús de casa y se sentó junto al mar.
2 Y grandes multitudes se juntaron a Él, y entrando Él en una barca, se sentó, y toda la multitud estaba a la ribera.
3 Y les habló muchas cosas en parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar.
4 Y cuando sembraba, parte [de la semilla] cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron.
5 Y parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó luego, porque no tenía profundidad de tierra;
6 Pero cuando salió el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.
7 Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron.
8 Mas parte cayó en buena tierra y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno.
9 El que tiene oídos para oír, oiga.
10 Entonces vinieron los discípulos, y le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas?
11 Él respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado el saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado.
12 Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; mas al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
13 Por eso les hablo por parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.
14 Y en ellos se cumple la profecía de Isaías, que dijo: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, mas no percibiréis.
15 Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos oyen pesadamente, y han cerrado sus ojos; para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y con el corazón entiendan, y se conviertan, y yo los sane.
16 Mas bienaventurados vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos porque oyen.
17 Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.
18 Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador.
19 Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Éste es el que fue sembrado junto al camino.
20 Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al instante la recibe con gozo,
21 pero no tiene raíz en sí, sino que es temporal; pues cuando viene la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego se ofende.
22 Y el que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra; pero el afán de este mundo, y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.
23 Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye la palabra y la entiende, y lleva fruto; y lleva uno a ciento, y otro a sesenta, y otro a treinta por uno.
24 Les relató otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante al hombre que sembró buena semilla en su campo;
25 pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.
26 Y cuando la hierba salió y dio fruto, entonces apareció también la cizaña.
27 Y vinieron los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?
28 Y él les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?
29 Mas él dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo.
30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y en el tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; mas recoged el trigo en mi granero.
31 Otra parábola les relató, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo;
32 el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; mas cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, tal, que vienen las aves del cielo y anidan en sus ramas.
33 Otra parábola les dijo: El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado.
34 Todas estas cosas habló Jesús por parábolas a la multitud, y sin parábolas no les hablaba;
35 para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta que dijo: En parábolas abriré mi boca; Enunciaré cosas que han estado escondidas desde la fundación del mundo.
36 Entonces Jesús despidió a la multitud, y se fue a casa, y sus discípulos vinieron a Él, y le dijeron: Decláranos la parábola de la cizaña del campo.
37 Respondiendo Él les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre;
38 El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino; y la cizaña son los hijos del malo.
39 El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
40 Así como la cizaña es recogida y quemada en el fuego; así será en el fin de este mundo.
41 El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles, y recogerán de su reino a todo lo que hace tropezar, y a los que hacen iniquidad;
42 Y los lanzarán al horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.
43 Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.
44 Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo; el cual hallándolo un hombre, lo esconde, y gozoso por ello, va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.
45 También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas;
46 el cual, hallando una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.
47 Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que fue echada en el mar, y atrapó de toda clase;
48 la cual llenándose, la sacaron a la orilla, y sentados, recogieron lo bueno en cestas, y lo malo echaron fuera.
49 Así será en el fin del mundo; los ángeles vendrán, y apartarán a los malos de entre los justos,
50 y los lanzarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.
51 Jesús les dijo: ¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos respondieron: Sí, Señor.
52 Entonces Él les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.
53 Y aconteció que acabando Jesús estas parábolas, se fue de allí.
54 Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que ellos estaban atónitos, y decían: ¿De dónde tiene Éste esta sabiduría y [estos] milagros?
55 ¿No es Éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Jacobo, José, Simón y Judas?
56 ¿Y no están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene Éste todas estas cosas?
57 Y se escandalizaban en Él. Mas Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa.
58 Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos.

Marcos 4

1 Y otra vez comenzó a enseñar junto al mar, y una gran multitud se reunió alrededor de Él; tanto que entró en una barca, y se sentó [en ella] en el mar, y toda la multitud estaba en tierra junto al mar.
2 Y les enseñaba por parábolas muchas cosas, y les decía en su doctrina:
3 Oíd: He aquí, el sembrador salió a sembrar;
4 y aconteció que al sembrar, una parte cayó junto al camino; y vinieron las aves del cielo y la devoraron.
5 Y otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y enseguida brotó, porque no tenía profundidad de tierra;
6 pero cuando salió el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.
7 Y otra parte cayó entre espinos; y crecieron los espinos y la ahogaron, y no dio fruto.
8 Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto que brotó y creció; y produjo, una a treinta, otra a sesenta, y otra a ciento [por uno].
9 Y les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga.
10 Y cuando estuvo solo, los que estaban cerca de Él con los doce le preguntaron sobre la parábola.
11 Y les dijo: A vosotros es dado el saber los misterios del reino de Dios; mas a los que están fuera, todo es hecho por parábolas;
12 para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan y les sean perdonados [sus] pecados.
13 Y les dijo: ¿No entendéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas?
14 El sembrador [es el que] siembra la palabra.
15 Y éstos son los de junto al camino; en quienes se siembra la palabra, pero después que la oyen, en seguida viene Satanás, y quita la palabra que fue sembrada en sus corazones.
16 Y de igual modo, éstos son los que son sembrados en pedregales; quienes habiendo oído la palabra, al momento la reciben con gozo;
17 pero no tienen raíz en sí, sino que duran poco tiempo; pero luego, cuando viene la aflicción o la persecución por causa de la palabra, enseguida se escandalizan.
18 Y éstos son los que fueron sembrados entre espinos; los que oyen la palabra,
19 pero los afanes de este mundo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa.
20 Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra; los que oyen la palabra y la reciben, y llevan fruto, uno a treinta, otro a sesenta, y otro a ciento por uno.
21 Y les dijo: ¿Se trae el candil para ponerse debajo del almud, o debajo de la cama? ¿No es para ponerse en el candelero?
22 Porque nada hay oculto que no haya de ser manifestado; ni secreto, que no haya de ser descubierto.
23 Si alguno tiene oídos para oír, oiga.
24 Y les dijo: Mirad lo que oís; porque con la medida que medís, se os medirá, y a vosotros los que oís, más os será añadido.
25 Porque al que tiene, se le dará; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
26 Y dijo: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra;
27 y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin saber él cómo.
28 Porque de suyo fructifica la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga.
29 Y cuando ha dado el fruto, en seguida se mete la hoz, porque la siega es llegada.
30 Y dijo: ¿A qué haremos semejante el reino de Dios, o con qué parábola le compararemos?
31 [Es] como el grano de mostaza, que cuando se siembra en tierra, es la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra;
32 pero después de sembrado, crece, y se hace la más grande de todas las hortalizas, y echa grandes ramas, de manera que las aves del cielo pueden anidar bajo su sombra.
33 Y con muchas parábolas semejantes les hablaba la palabra, conforme ellos podían oír.
34 Y sin parábola no les hablaba, mas a sus discípulos en privado les aclaraba todas las cosas.
35 Y aquel día, cuando cayó la tarde, les dijo: Pasemos al otro lado.
36 Y despidiendo a la multitud, le recibieron como estaba en la barca; y había también con Él otras barcas.
37 Y se levantó una gran tempestad de viento, y las olas azotaban la barca, de manera que ya se anegaba.
38 Y Él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal, y despertándole, le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?
39 Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento. Y se hizo grande bonanza.
40 Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo es que no tenéis fe?
41 Y temieron en gran manera, y se decían el uno al otro: ¿Qué clase de hombre es Éste, que aun el viento y el mar le obedecen?

Lucas 8

1 Y aconteció después, que caminaba Él por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con Él,
2 y algunas mujeres que habían sido sanadas de malos espíritus y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la cual habían salido siete demonios,
3 y Juana, esposa de Chuza, mayordomo de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes.
4 Y cuando se juntó una gran multitud, y vinieron a Él de cada ciudad, les dijo por parábola:
5 El sembrador salió a sembrar su semilla; y al sembrarla, una parte cayó junto al camino, y fue hollada; y las aves del cielo la comieron.
6 Y otra parte cayó sobre la piedra; y nacida, se secó, porque no tenía humedad.
7 Y otra parte cayó entre espinos; y creciendo los espinos juntamente con ella, la ahogaron.
8 Y otra parte cayó en buena tierra, y nació, y llevó fruto a ciento por uno. Y hablando estas cosas, dijo a gran voz: El que tiene oídos para oír, oiga.
9 Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Qué significa esta parábola?
10 Y Él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; mas a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan.
11 Ésta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios.
12 Y los de junto al camino, éstos son los que oyen; y luego viene el diablo y quita la palabra de su corazón, para que no crean y sean salvos.
13 Y los de sobre la piedra, [son] los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; que por un tiempo creen, pero en el tiempo de la prueba se apartan.
14 Y la que cayó entre espinos; éstos son los que oyen; mas yéndose, son ahogados de los afanes y las riquezas y los placeres de [esta] vida, y no llevan fruto.
15 Mas la que en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y llevan fruto con paciencia.
16 Ninguno que enciende un candil lo cubre con una vasija, o lo pone debajo de la cama; mas lo pone en un candelero, para que los que entran vean la luz.
17 Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz.
18 Mirad, pues, cómo oís; porque a todo el que tiene, le será dado; y a todo el que no tiene, aun lo que parece tener le será quitado.
19 Entonces vinieron a Él su madre y sus hermanos; y no podían llegar a Él a causa de la multitud.
20 Y le fue dado aviso, diciendo: Tu madre y tus hermanos están fuera, y quieren verte.
21 Entonces respondiendo Él, les dijo: Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la palabra de Dios, y la ponen por obra.
22 Y aconteció un día que Él entró en una barca con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago. Y partieron.
23 Pero mientras navegaban, Él se durmió. Y sobrevino una tempestad de viento en el lago; y se anegaban, y peligraban.
24 Y viniendo a Él, le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Y despertado Él, reprendió al viento y al levantamiento de las aguas; y cesaron, y fue hecha bonanza.
25 Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaban, y se decían unos a otros: ¿Qué clase de hombre es Éste, que aun a los vientos y a las aguas manda, y le obedecen?
26 Y arribaron a la tierra de los gadarenos, que está al lado opuesto de Galilea.
27 Y llegando Él a tierra, le salió al encuentro un hombre de la ciudad que tenía demonios por ya mucho tiempo; y no vestía ropa, ni moraba en casa, sino en los sepulcros.
28 Éste, cuando vio a Jesús, dio voces, y postrándose delante de Él, dijo a gran voz: ¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes.
29 (Porque mandaba al espíritu inmundo que saliese del hombre; pues hacía mucho tiempo que le arrebataba; y le guardaban preso con cadenas y grillos; pero rompiendo las cadenas, era arrastrado por el demonio a los desiertos.)
30 Y Jesús le preguntó, diciendo: ¿Cómo te llamas? Y él dijo: Legión. Porque muchos demonios habían entrado en él.
31 Y le rogaban que no les mandase ir al abismo.
32 Y había allí un hato de muchos puercos que pacían en el monte; y le rogaron que los dejase entrar en ellos; y los dejó.
33 Y los demonios, salidos del hombre, entraron en los puercos; y el hato se arrojó por un despeñadero en el lago, y se ahogó.
34 Y cuando los que los apacentaban, vieron lo que había acontecido, huyeron, y yendo dieron aviso en la ciudad y por los campos.
35 Y salieron a ver lo que había acontecido; y vinieron a Jesús, y hallaron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús; vestido, y en su juicio cabal, y tuvieron miedo.
36 Y los que lo habían visto, les contaron cómo había sido sanado aquel endemoniado.
37 Entonces toda la multitud de la tierra de los gadarenos alrededor, le rogó que se fuese de ellos; porque tenían gran temor. Y Él, subiendo en la barca, se volvió.
38 Y aquel hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que le permitiese estar con Él; mas Jesús le despidió, diciendo:
39 Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él.
40 Y aconteció que cuando Jesús volvió, la multitud le recibió [con gozo]; porque todos le esperaban.
41 Y he aquí un varón llamado Jairo, que era príncipe de la sinagoga, vino, y postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa;
42 porque tenía una hija única, como de doce años, y ella se estaba muriendo. Y yendo, la multitud le apretaba.
43 Y una mujer que tenía flujo de sangre hacía ya doce años, la cual había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada,
44 vino por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se estancó el flujo de su sangre.
45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que estaban con él: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién me ha tocado?
46 Y Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque sé que ha salido poder de mí.
47 Entonces, viendo la mujer que no se había ocultado, vino temblando, y postrándose delante de Él le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada.
48 Y Él le dijo: Hija, ten buen ánimo; tu fe te ha salvado; ve en paz.
49 Hablando aún Él, vino uno del príncipe de la sinagoga a decirle: Tu hija ha muerto, no molestes más al Maestro.
50 Y oyéndolo Jesús, le respondió, diciendo: No temas; cree solamente, y será sanada.
51 Y entrado en casa, no dejó entrar a nadie, sino a Pedro, y a Jacobo, y a Juan, y al padre y a la madre de la muchacha.
52 Y lloraban todos, y hacían duelo por ella. Y Él dijo: No lloréis; no está muerta, sino duerme.
53 Y se burlaban de Él, sabiendo que estaba muerta.
54 Mas Él echó fuera a todos, y tomándola de la mano, le habló, diciendo: Muchacha, levántate.
55 Entonces su espíritu volvió, y se levantó en seguida; y Él mandó que le diesen de comer.
56 Y sus padres estaban atónitos; pero Él les mandó que a nadie dijesen lo que había sido hecho.

2 Crónicas 7:12-22

12 Y apareció Jehová a Salomón de noche, y le dijo: Yo he oído tu oración, y he elegido para mí este lugar por casa de sacrificio.
13 Si yo cerrare los cielos, para que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia a mi pueblo;
14 Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
15 Ahora estarán abiertos mis ojos, y atentos mis oídos, a la oración en este lugar:
16 Pues que ahora he elegido y santificado esta casa, para que esté en ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre.
17 Y tú, si anduvieres delante de mí, como anduvo David tu padre, e hicieres todas las cosas que yo te he mandado, y guardares mis estatutos y mis derechos,
18 yo confirmaré el trono de tu reino, como pacté con David tu padre, diciendo: No te faltará varón [que] gobierne en Israel.
19 Mas si vosotros os volviereis, y dejareis mis estatutos y mis preceptos que os he propuesto, y fuereis y sirviereis a dioses ajenos, y los adorareis,
20 yo os arrancaré de mi tierra que os he dado; y esta casa que he santificado a mi nombre, yo la echaré de delante de mí, y la pondré por proverbio y escarnio en todos los pueblos.
21 Y esta casa que es ilustre, será espanto a todo el que pasare, y dirá: ¿Por qué ha hecho así Jehová a esta tierra y a esta casa?
22 Y se responderá: Por cuanto dejaron a Jehová Dios de sus padres, el cual los sacó de la tierra de Egipto, y han abrazado dioses ajenos, y los adoraron y sirvieron; por eso Él ha traído todo este mal sobre ellos.

Colosenses 4:5

5 Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo.

1 Samuel 2:9

9 Él guarda los pies de sus santos, mas los impíos perecen en tinieblas; porque nadie prevalecerá por su propia fuerza.

Habacuc 2:9

9 ¡Ay del que codicia ganancia deshonesta para su casa, para poner en alto su nido, para ser librado del poder del mal!

Filipenses 2:9-11

9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre;
10 para que al nombre de Jesús, se doble toda rodilla; de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra,
11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para la gloria de Dios Padre.

Oseas 2:8-9

8 Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino y el aceite, y que les multipliqué la plata y el oro que ofrecían a Baal.
9 Por tanto yo volveré, y tomaré mi trigo a su tiempo, y mi vino a su sazón, y quitaré mi lana y mi lino [que le había dado] para cubrir su desnudez.

Colosenses 2:4

4 Y esto digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas.

Abdías 1:3

3 La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que moras en las hendiduras de las peñas, en tu altísima morada; que dices en tu corazón: ¿Quién me derribará a tierra?

Miqueas 4:6-13

6 En aquel día, dice Jehová, juntaré a la que cojea, y recogeré a la descarriada, y a la que afligí:
7 Y haré un remanente de la que cojea, y de la descarriada una nación poderosa; y Jehová reinará sobre ellos en el monte de Sión desde ahora para siempre.
8 Y tú, oh torre del rebaño, la fortaleza de la hija de Sión vendrá hasta ti: y el señorío primero, el reino vendrá a la hija de Jerusalén.
9 Ahora ¿por qué gritas tanto? ¿No [hay] rey en ti? ¿Pereció tu consejero, que te ha tomado dolor como de mujer de parto?
10 Duélete y gime, hija de Sión como mujer de parto; porque ahora saldrás de la ciudad, y morarás en el campo, y llegarás hasta Babilonia; allí serás librada, allí te redimirá Jehová de la mano de tus enemigos.
11 Ahora también muchas naciones se han juntado contra ti, y dicen: Sea profanada, y vean nuestros ojos su deseo sobre Sión.
12 Mas ellos no conocieron los pensamientos de Jehová, ni entendieron su consejo; por lo cual los juntó como gavillas en la era.
13 Levántate y trilla, hija de Sión, porque tu cuerno tornaré de hierro, y tus uñas de bronce, y desmenuzarás muchos pueblos; y consagrarás a Jehová su despojo, y sus riquezas al Señor de toda la tierra.

Proverbios 2

1 Hijo mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos atesorares dentro de ti,
2 de manera que inclines tu oído a la sabiduría, y apliques tu corazón a la prudencia;
3 Si clamares a la inteligencia, y a la prudencia alzares tu voz;
4 Si como a la plata la buscares, y la procurares como a tesoros escondidos;
5 Entonces entenderás el temor de Jehová, y hallarás el conocimiento de Dios.
6 Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca [viene] el conocimiento y la inteligencia.
7 Él reserva la sana sabiduría para los rectos; es escudo a los que caminan rectamente.
8 Él guarda las veredas del juicio, y preserva el camino de sus santos.
9 Entonces entenderás justicia, juicio, y equidad, y todo buen camino.
10 Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, y el conocimiento fuere dulce a tu alma,
11 la discreción te guardará, te preservará la inteligencia,
12 para librarte del mal camino, de los hombres que hablan perversidades;
13 que dejan las sendas derechas, por andar en caminos tenebrosos;
14 que se alegran haciendo el mal, que se deleitan en las perversidades del vicio;
15 cuyas veredas son torcidas, y torcidos sus caminos.
16 Para librarte de la mujer extraña, de la ajena que halaga con sus palabras;
17 que abandona al compañero de su juventud, y se olvida del pacto de su Dios.
18 Por lo cual su casa está inclinada a la muerte, y sus veredas hacia los muertos.
19 Todos los que a ella entraren, no volverán, ni tomarán los senderos de la vida.
20 Para que andes por el camino de los buenos, y guardes las sendas de los justos.
21 Porque los rectos habitarán la tierra, y los perfectos permanecerán en ella;
22 mas los impíos serán cortados de la tierra, y los prevaricadores serán desarraigados de ella.

Apocalipsis 22:1-7

1 Y me mostró un río puro de agua de vida, límpido como el cristal, que provenía del trono de Dios y del Cordero.
2 En el medio de la calle de ella, y de uno y de otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que lleva doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol [eran] para la sanidad de las naciones.
3 Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán;
4 y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.
5 Y allí no habrá más noche; y no tienen necesidad de lámpara, ni de luz de sol, porque el Señor Dios los alumbrará; y reinarán por siempre jamás.
6 Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor Dios de los santos profetas ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben acontecer en breve.
7 He aquí, yo vengo pronto. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.

Testimonio: 30-12-2018
Testimonio
30-12-2018
(Salid de Ella, Pueblo Mío)

Amados, 30 de diciembre de 2018. Estando yo leyendo la Palabra de Dios y orando, como siempre, por el pueblo de Dios alrededor de la tierra, [cuando] vino a mí palabra del Señor y me dijo: "Malaquías capítulo 1 y capítulo 2". Luego de eso, me dijo: "salid de ella, pueblo mío, y no toquéis lo inmundo, y recibiréis descanso para vuestra alma, porque Yo os guiaré a aguas seguras. Caerán a tu lado mil y diez mil a tu diestra, más a ti no llegarán, así hace Dios al que confía en Él. No hay rebaño sin pastor, más esto aún ha fallado poniendo sabiduría humana y especulaciones a un: 'así dice Jehová'. ¿No soy yo, acaso, vuestro Dios?" {Daisy Escalante: 30-12-2018 , es.p1}

"¡Vanos e insensatos, que de labios me honran más sus caminos son continuo al mal! ¡Inmisericordes y desleales a un: 'así dice Jehová', que alzaron la bandera de paz cuando Yo no he hablado de paz! Y en la oscuridad levantas cuchillo contra mi Palabra. Estuve entre vosotros y me matasteis. Yo os digo que, si allí estuviere otra vez, en carne, me volveríais a matar pues ese es vuestro pan cotidiano". {Daisy Escalante: 30-12-2018 , es.p2}

"¿A dónde, pues, irá vuestra grosura? ¿a dónde irán vuestros lujos? ¿y adónde irá vuestra vana sabiduría? Gritad a voz en cuello: 'Dios está entre vosotros, venid y adorad, somos su pueblo'. ¡Insensatos, fatuos e inmisericordes! Todos los que te siguen perecerán en tu misma fosa". {Daisy Escalante: 30-12-2018 , es.p3}

"¡Alzad vuestros ojos, abrid vuestros oídos, oh, mi fiel rebaño que gime y clama porque no tolera las abominaciones de la apostasía! Despierta de tu dolor y ven conmigo al desierto para que Yo sea tu pastor. Yo te guiaré desde este tiempo hasta la eternidad si me permites ser tu verdadero Pastor. ¿Por qué te aferras a lo mortal y pretendes vivir? Hombres ciegos te guían y en su boca no hay consejo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta cenaré con él y él conmigo, y será mío por siempre. Unge tus ojos con colirio para que veas que lobos rapaces hoy te guían, y con ellos sólo verás como en Jerusalén: muerte y desolación. Pronto verás la ruina. Escapa por tu vida mientras hay un poquito de tiempo. Mis verdaderos hijos, de todas las edades, han librado su alma al seguir mis instrucciones. Recordad a Jerusalén, a una señal mi pueblo salió, más luego, en mi misericordia, trabajé por medio de mis súbditos para llamar su atención a la inminente desolación. Más el pueblo, duro de cerviz, no escuchó. ¡Y terrible fue su desolación! ¿Será que el que declaró que la caída de Jerusalén iba a tener otro cumplimiento, mentirá? ¿y que la desolación de lo primero será nada en comparación del segundo? ¡Insensatos, todos, para razonar y prontos en hablar! Con prepotencia engañan al pueblo y dicen: 'Jehová está entre vosotros'". {Daisy Escalante: 30-12-2018 , es.p4}

"Y tú, pueblo rebelde, que gozas del engaño y menosprecias la súplica de tu Creador, no quedarás impune aquel día, porque tus oídos escucharon más tu corazón decidió seguir el engaño. Oseas 13:9", me dijo, "caminando viene hacia ti la destrucción porque tu casa fue dejada desierta. Los que luchan dentro de tus moradas caerán contigo, más los que te amonesten de afuera recibirán la salvación. ¿No es acaso lo primero así? ¿y así será lo segundo? ¿no es acaso el saber de sabios que todo lo ocurrido volverá a ocurrir? Más la insensatez es tamo arrebatado por el viento". {Daisy Escalante: 30-12-2018 , es.p5}

"Descansaré, pues, de vuestras iniquidades y me gozaré en el guardador de verdades que vela su camino de no tropezar y confía en su Dios, su Salvador. Yo enjugaré las lágrimas de ellos cuando vean de lejos tu destrucción, pues, por tus rebeldías serás consumada. La salvación sólo viene de arriba. ¡Pregonad ayuno, rasgad vuestras vestiduras porque habéis sido vendidos por precio! Y, ¿quién os podrá ayudar?" {Daisy Escalante: 30-12-2018 , es.p6}

Luego de esto, amados, me dijo: "Isaías 8:9-22, Isaías 9:13-21, Isaías 10:1-4, Jeremías 51:45, el que tiene oídos para oír oiga", me dijo. "Enlutad vuestro corazón y afligid vuestro espíritu porque la destrucción está cerca. Efesios 5:10-14", terminó diciéndome. {Daisy Escalante: 30-12-2018 , es.p7}

Amados hermanos, busquemos al Señor, busquemos al Señor, porque nuestra única salvación viene de Arriba, no viene de ningún lado de este mundo. Que el Señor nos ayude porque el enemigo ha salido como león rugiente buscando a quien devorar. Pongamos nuestra confianza y nuestra esperanza en el Señor. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 30-12-2018 , es.p8}

Malaquías 1

1 Carga de la palabra de Jehová a Israel, por medio de Malaquías.
2 Yo os he amado, dice Jehová; y dijisteis: ¿En qué nos amaste? ¿No [era] Esaú hermano de Jacob? dice Jehová. Pero amé a Jacob,
3 y a Esaú aborrecí, y torné sus montes en asolamiento, y su posesión para los dragones del desierto.
4 Aunque Edom dijere: Nos hemos empobrecido, pero volveremos y edificaremos lo arruinado; así dice Jehová de los ejércitos: Ellos edificarán, pero yo destruiré; y les llamarán provincia de Impiedad, y pueblo contra quien Jehová se indignó para siempre.
5 Y vuestros ojos lo verán, y diréis: Sea Jehová engrandecido sobre la provincia de Israel.
6 El hijo honra a su padre, y el siervo a su señor. Si, pues, [soy] yo Padre, ¿dónde [está] mi honra? y si soy Señor, ¿dónde [está] mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?
7 En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: ¿En qué te hemos deshonrado? En que decís: La mesa de Jehová [es] despreciable.
8 Y cuando ofrecéis el [animal] ciego para el sacrificio, ¿no es malo? asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no [es] malo? Ofrécelo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? dice Jehová de los ejércitos.
9 Ahora pues, os pido, rogad que Dios tenga piedad de nosotros (esto de vuestra mano vino). ¿Le seréis agradables? dice Jehová de los ejércitos.
10 ¿Quién también [hay] de vosotros que cierre las puertas o alumbre mi altar de balde? Yo no recibo contentamiento en vosotros, dice Jehová de los ejércitos, ni de vuestra mano aceptaré ofrenda.
11 Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, [será] grande mi nombre entre los gentiles; y en todo lugar se ofrecerá incienso a mi nombre, y ofrenda limpia; porque mi nombre [será] grande entre las naciones, dice Jehová de los ejércitos.
12 Y vosotros lo habéis profanado cuando decís: Inmunda [es] la mesa de Jehová; y cuando hablan que su alimento [es] despreciable.
13 Además dijisteis: ¡Oh qué fastidio! y lo despreciasteis, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Aceptaré eso de vuestra mano? dice Jehová.
14 Maldito el engañador, que tiene macho en su rebaño, y promete, y sacrifica lo dañado a Jehová; porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y mi nombre [es] temible entre las naciones.

Malaquías 2

1 Ahora pues, oh sacerdotes, para vosotros [es] este mandamiento.
2 Si no oyereis, y si no pusiereis en vuestro corazón el dar gloria a mi nombre, dice Jehová de los ejércitos, yo enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones; y ya las he maldecido, porque no lo ponéis en vuestro corazón.
3 He aquí, yo os dañaré vuestra sementera, y arrojaré sobre vuestros rostros el estiércol, el estiércol de vuestras fiestas solemnes, y con él seréis removidos.
4 Y sabréis que yo os envié este mandamiento, para que fuese mi pacto con Leví, dice Jehová de los ejércitos.
5 Mi pacto fue con él de vida y de paz, y estas cosas yo le di [por su] temor; porque me temió, y delante de mi nombre estuvo humillado.
6 La ley de verdad estuvo en su boca, e iniquidad no fue hallada en sus labios; en paz y en justicia anduvo conmigo, y a muchos hizo apartar de la iniquidad.
7 Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca buscarán la ley; porque él [es] el mensajero de Jehová de los ejércitos.
8 Mas vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Leví, dice Jehová de los ejércitos.
9 Por tanto, yo también os he hecho despreciables y bajos ante todo el pueblo, así como vosotros no habéis guardado mis caminos, y en la ley hacéis acepción de personas.
10 ¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué, pues, somos desleales cada uno contra su hermano, profanando el pacto de nuestros padres?
11 Prevaricó Judá, y en Israel y en Jerusalén se ha cometido abominación; porque Judá ha profanado la santidad de Jehová, que él amó, y se casó con la hija de un dios extraño.
12 Jehová cortará de las tiendas de Jacob al hombre que hiciere esto, al que vela, y al que responde, y al que ofrece ofrenda a Jehová de los ejércitos.
13 Y esta otra vez haréis cubrir el altar de Jehová de lágrimas, de llanto, y de clamor; así que no miraré más a la ofrenda, para aceptarla con gusto de vuestra mano.
14 Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha sido testigo entre ti y la esposa de tu juventud, contra la cual tú has sido desleal, aun [siendo] ella tu compañera y la esposa de tu pacto.
15 ¿No hizo Él uno, aunque tenía el remanente del espíritu? ¿Y por qué uno? Para que procurara una simiente de Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales contra la esposa de vuestra juventud.
16 Porque Jehová Dios de Israel dice que Él aborrece el divorcio; y al que cubre la violencia con su vestidura, dice Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales.
17 Habéis cansado a Jehová con vuestras palabras. Y diréis: ¿En qué [le] hemos cansado? Cuando decís: Cualquiera que hace mal agrada a Jehová, y en los tales Él toma contentamiento; de otra manera, ¿dónde [está] el Dios de juicio?

Oseas 13:9

9 Te destruiste a ti mismo, oh Israel, mas en mí [está] tu ayuda.

Isaías 8:9-22

9 Reuníos, pueblos, y seréis quebrantados; oíd, todos los que sois de lejanas tierras; ceñíos, y seréis quebrantados; apercibíos, y seréis quebrantados.
10 Tomad consejo, y será frustrado; proferid palabra, y no será firme; porque Dios [está] con nosotros.
11 Porque Jehová me habló así con mano fuerte, y me enseñó que no caminase por el camino de este pueblo, diciendo:
12 No llaméis conspiración, a todas las cosas a que este pueblo llama conspiración, ni temáis lo que temen, ni tengáis miedo.
13 A Jehová de los ejércitos, a Él santificad; [sea] Él vuestro temor, y Él [sea] vuestro miedo.
14 Entonces Él será por santuario; mas a las dos casas de Israel por piedra para tropezar, y por tropezadero para caer, y por lazo y por red a los moradores de Jerusalén.
15 Y muchos tropezarán entre ellos, y caerán, y serán quebrantados; se enredarán, y serán apresados.
16 Ata el testimonio, sella la ley entre mis discípulos.
17 Esperaré, pues, en Jehová, el cual escondió su rostro de la casa de Jacob, y a Él buscaré.
18 He aquí, yo y los hijos que me dio Jehová, por señales y prodigios en Israel, de parte de Jehová de los ejércitos que mora en el monte de Sión.
19 Y cuando os dijeren: Consultad a los que evocan a los muertos y a los adivinos, que susurran y murmuran, [responded]: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos?
20 ¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.
21 Y pasarán por la tierra fatigados y hambrientos, y acontecerá que teniendo hambre, se enojarán y maldecirán a su rey y a su Dios, levantando el rostro en alto.
22 Y mirarán a la tierra, y he aquí tribulación y tinieblas, oscuridad y angustia; y [serán] lanzados a las tinieblas.

Isaías 9:13-21

13 Mas el pueblo no se convirtió al que lo hería, ni buscaron a Jehová de los ejércitos.
14 Y Jehová cortará de Israel cabeza y cola, rama y caña en un mismo día.
15 El viejo y venerable de rostro [es] la cabeza; el profeta que enseña mentira, [es] la cola.
16 Porque los gobernadores de este pueblo son engañadores; y sus gobernados, [están] perdidos.
17 Por tanto, el Señor no tomará contentamiento en sus jóvenes, ni de sus huérfanos y viudas tendrá misericordia; porque todos son falsos y malignos, y toda boca habla necedades. Con todo esto no ha cesado su furor, pero su mano todavía [está] extendida.
18 Porque la maldad se encendió como fuego, cardos y espinos devorará; y se encenderá en lo espeso del bosque, y serán alzados [como] columna de humo.
19 Por la ira de Jehová de los ejércitos se oscureció la tierra, y será el pueblo como combustible para el fuego; el hombre no tendrá piedad de su hermano.
20 Cada uno hurtará a la mano derecha, y tendrá hambre; y comerá a la izquierda, y no se saciará; cada cual comerá la carne de su propio brazo.
21 Manasés a Efraín, y Efraín a Manasés, y ambos contra Judá. Ni con todo esto ha cesado su furor, pero su mano todavía [está] extendida.

Isaías 10:1-4

1 ¡Ay de los que decretan leyes injustas, y escriben tiranía que ellos han prescrito,
2 para apartar del juicio a los pobres, y para quitar el derecho a los afligidos de mi pueblo; para despojar a las viudas, y robar a los huérfanos!
3 ¿Y qué haréis en el día de la visitación? ¿A quién os acogeréis para que os ayude, cuando viniere de lejos el asolamiento? ¿Y en dónde dejaréis vuestra gloria?
4 Sin mí se inclinarán entre los presos, y entre los muertos caerán. Ni con todo esto ha cesado su furor, pero su mano todavía [está] extendida.

Jeremías 51:45

45 Salid de en medio de ella, pueblo mío, y salvad cada uno su vida de la ira del furor de Jehová.

Efesios 5:10-14

10 aprobando lo que es agradable al Señor,
11 y no participéis con las obras infructuosas de las tinieblas, sino antes reprobadlas.
12 Porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en oculto.
13 Pero todas las cosas que son reprobadas, son hechas manifiestas por la luz, porque lo que manifiesta todo, es la luz.
14 Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo.

Testimonio: 19-04-2019
Testimonio
19-04-2019
(Los Libros Son Revisados y el Granero Celestial)

Amados, abril 19, 2019. En sueños se me ha dejado saber que la anarquía, dentro del pueblo que conoce, se levantará aún con más fuerza. Dijo mi acompañante: "la persecución empieza por la casa". {Daisy Escalante: 19-04-2019 , es.p1}

Vi cómo muchos, que profesan ser el pueblo remanente de Dios, están tomando el [camino del] mal contra aquellos que se rigen por un Escrito Está. Vi cómo sus miradas eran diferentes, para con nosotros, y su hablar enfurecido daba muestra de su odio por nosotros. Mientras alabábamos a Dios y buscábamos su rostro en humillación y ruego, vi cómo a ellos se les pasaba el tiempo en la misma rutina diaria. {Daisy Escalante: 19-04-2019 , es.p2}

Dijo mi acompañante: "¿quién podrá permanecer ante el juicio? El limpio de manos, el que no albergó cohecho en su corazón, el que no ama la mentira y es apartado del mal. En el cielo hay libros", me dijo, "y [en] cada uno de ellos, el Dios de la siega, pasa sus hojas [en] revisión de cada mortal. Allí, sólo su dedo puede escribir la palabra 'perdón' en el Libro de la Vida. Allí, también, está el Libro de las Memorias de donde se traspasan nombres a los Libros de la Vida y de la Muerte. Ningún mortal podrá ver los movimientos que hay hoy en estos libros, más estos son revisados con gran escrutinio. La rebeldía humana, fruto del pecado acariciado, los hace ciegos a tan solemne momento, y sus ojos sólo fijados en el mundo visible los incapacita [para] entender las glorias del mundo invisible, pero real, que está ante nosotros. Recordad a Tomás, éste creyó porque vio; más, ¡bienaventurados fueron los que creyeron sin ver! El hombre se envalentona ante el Único que puede ser su garante y él mismo pone sobre sus hombros la sentencia de muerte". {Daisy Escalante: 19-04-2019 , es.p3}

En esos momentos, amados, fui llevada a un grande granero. Éste era enorme, yo no podía ver dónde terminaba su altura. Vi cómo ángeles entraban y salían de él. Cuando entraban, llevaban algo en sus manos, más, cuando salían sus manos estaban vacías. Les vi salir prestamente y llegaban a un campo precioso de espigas maduras y gruesas que colectaban con presteza, y las ponían en un saco. Al llenarlo, regresaban al enorme granero. Se me permitió acercarme a aquel gran campo precioso y pude notar que estos ángeles no tomaban todas las espigas. Vi cómo, de un perímetro de un pie cuadrado [30 cm cuadrados], tomó una espiga y dejó las demás. Yo me preguntaba [a] mí misma el por qué éstos habían dejado aquellas espigas si eran idénticas a las demás que habían tomado. Entonces, fui al lugar y toqué aquellas espigas que se veían lozanas y gruesas, al tocarlas, éstas, se desmenuzaron en mis manos y llegó un gran viento y se las llevó. ¡No lo podía creer! ¡Eran idénticas en tamaño, grosor y hermosura, más estaban vacías, no había en ellas fruto! Seguía observando la obra de aquellos bellos ángeles; éstos trabajaban arduamente, sin detenerse. Mientras observaba esto fui llevada de vuelta frente al granero que no podía ver donde terminaba por lo enorme que era. Vi entonces cómo llegaban más ángeles para poner sus sacos llenos. Mi acompañante dijo: "observa". Vi cómo este granero estaba lleno en su totalidad y ya no había más espacio para otro saco. Los ángeles, que salieron prestamente de aquel lugar, miraron el precioso campo lleno de espigas, aparentemente lozanas y gruesas. Y, mientras ellos miraban, vi cómo un viento fortísimo arremetió contra aquel hermoso campo y todas las espigas fueron arrancadas y [no] las vi más. Estos, los ángeles, lloraban y les oí decir: "ya está listo el granero, soberano Rey". Vi cómo una luz refulgente alumbró aquel enorme granero, este brillaba con una luz indescriptible que cegaba la vista. Escuché, entonces, una voz proveniente del cielo que dijo: "es hora". Pregunté: "¿es hora de qué?" Y mi acompañante contesto: "es llegada la última fase antes de la venida del Mesías Príncipe, todo lo que pueda ser removido lo será, y todo lo que pueda ser guardado lo será. Estad apercibidos y rogad al Dios de la siega que os junte en su granero". {Daisy Escalante: 19-04-2019 , es.p4}

Vi entonces una gran conmoción, cómo los humanos eran investidos, por decisión propia, por espíritus malignos o por el Espíritu Santo. Comenzó un movimiento mundial sin precedentes y todo hombre fue probado en extremo. Vi cómo, los investidos del Espíritu Santo, salían movidos por un poder proveniente de lo Alto, y, aunque los malignos los trataban de detener, éste [poder] era indetenible. Vi, entonces, descender otro granero del cielo, tan enorme como el anterior. Vi el movimiento de ángeles nuevamente y cómo éstos iban a todos lados en el mundo recogiendo espigas. Estos, los que eran movidos por el Espíritu Santo, los malos querían detenerlos a toda costa, más esto era indetenible. Vi que el infierno con todo su poder batallará en vano tratando de parar este movimiento indetenible. Y el maligno rugía, como cuando al león le es arrebatada su presa. Éste no podía controlar, ya, a los que antes había controlado, y sus esfuerzos eran en vano. {Daisy Escalante: 19-04-2019 , es.p5}

Vi, entonces, un parar de todo movimiento. Y escuché una voz del cielo que decía: "los reinos del mundo han pasado a ser de Dios y de su reino y todo será hecho nuevamente". La voz surcó el mundo y todos pudieron escuchar. {Daisy Escalante: 19-04-2019 , es.p6}

En este momento, amados, cuando esto estaba ocurriendo desperté, y me dijeron: "Ezequiel 2:9-10". Quiera Dios que cada uno de nosotros podamos estar en el granero del Señor. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 19-04-2019 , es.p7}

Ezequiel 2:9-10

9 Y miré, y he aquí una mano extendida hacia mí, y en ella [había] un rollo de libro.
10 Y lo extendió delante de mí, y [estaba] escrito por delante y por detrás; y [había] escritas en él endechas, lamentaciones y ayes.

Testimonio: 07-06-2019
Testimonio
07-06-2019
(Preparación de guerra en América)

Amados, 7 de junio 2019. En sueños, yo veía cómo juntaban, de todos los rincones americanos, hombres para la guerra. Mientras yo observaba esto, dijo mi acompañante: "Ven y ve". Vi cómo grandes cañones apuntaban a lugares donde había personas y construcciones altas y bajas. Vi mucha destrucción por doquier, vi una persona, una sola, que bajaba su mano, y a su señal, muchos cañones disparaban. Este hombre vestía de blanco y, aunque hablaba de paz y la conservación del ambiente en su estado lo más natural posible, éste daba la orden para que todos estos cañones dispararan y destruyeran todo a su paso. {Daisy Escalante: 07-06-2019 , es.p1}

Vi cómo muchos jóvenes y padres de familia estaban allí formando las filas de un ejército, que, a diferencia de los ejércitos anteriores, se me dejó saber era peculiar y único en toda la historia que anteriormente se conocía. Era una batalla contra ideas y principios, contra valores y dignidad, era una batalla, se me dejó saber, contra la justicia y la verdad. Esta guerra, que se revestía de apariencia de valor monetario y riqueza territorial, su objetivo era solidificar las ideas humanas bajo el estandarte opresivo de la bestia, su imagen y el falso profeta. {Daisy Escalante: 07-06-2019 , es.p2}

La destrucción era tal que no había forma humana, ni fuerza, para restaurar lo destruido. Se me dejó saber que este desastre no lo detendría ningún humano, y como una fiera feroz, hambrienta ante su presa, así será. Mientras observaba la desolación, en gran destrucción, vi cómo personas corrían a esconderse detrás de una pared, con gran temor. Sus ojos reflejaron espanto y les oí decir: "¡Dios, ayúdanos!" Pude ver de lo que se estaban escondiendo: era un cañón listo para disparar hacia ellos. La pared de cemento donde ellos se escondían era fuerte más no para parar dicho disparo. El disparo del cañón salió y, cuando se disponía a chocar, no lo hizo con la fuerza esperada y sólo estremeció un poco la pared. Entonces mis ojos se abrieron y vi cómo un ángel, con su mano, tocaba la pared que había sido impactada. {Daisy Escalante: 07-06-2019 , es.p3}

Nos ordenó salir de aquel lugar y salimos. Algo había en los aires, que sólo de respirar ya nos sentíamos enfermos. Corrimos hasta dejar atrás de nosotros el bitumol, la brea y el cemento. Y entramos a un bello campo verde, donde se nos ordenó recoger y comer. Vi que eran leguminosas tiernas, como habichuelas verdes, eran muy suaves y un poco dulces, con bastante fibra, y esto nos sostenía y sentíamos que la enfermedad se nos iba. Vi muchos jóvenes y adultos involucrados en esa infernal guerra de relación religiosa. Unas ansias de control mental repercutían por toda la tierra. Entonces dijo mi acompañante: "la dilación fue su caída. Ahora, la mortandad está aquí entre ellos. Formaron la idea de que era largo el plazo para concretar sus expectativas. Jugaron con el tiempo real por la imaginación de sus expectativas y no echaron a pensar que su tiempo era regido por el tiempo celestial. Sus oídos no escucharon la voz de alerta y sus deseos se interpusieron para su propia perdición y la perdición de otros". {Daisy Escalante: 07-06-2019 , es.p4}

Entonces en ese momento me dijo: "ven y ve". Fui a ver, vi a muchos, grandes y chicos, y me dijo: "pregúntales, ustedes, ¿son cristianos adventistas del séptimo día?" Entonces les pregunté, y todos contestaron afirmativamente. Entonces en ese momento escuché una voz muy fuerte surcar todo el firmamento que dijo: "¡apartaos de Mí, obradores de maldad!" Les dije a aquellos que hicieron la afirmación: "¡han pecado contra Dios!, ustedes no son pueblo de Dios. ¿Por qué no se humillaron mientras había tiempo?" Y ellos contestaron: "¡cállate loca, fanática! ¡Nosotros somos pueblo de Dios, y tú sólo hablas instigada por el enemigo, eres una alarmista! Eso sólo fue un fuerte trueno, y ¿qué dices? ¿que una voz habló?" Se mofaron, y continuaron con sus actividades sin echar a ver que su sentencia estaba echada. Dijo mi acompañante: "aléjate de ellos". Me alejé, escuché un grito entre ellos, miré y vi cómo, espantados, se miraban unos a los otros por las enormes llagas que salían en todo su cuerpo. Amados, ¡eso fue terrible!, aquella escena. ¡Ya todo era irrevocable!, ya no existía esperanza para ellos y, en ese justo momento, lo supieron sin equivocación y sin retorno. Lloraron amargamente, suplicaron, más su voz no fue oída porque desecharon el consejo y sus pies caminaron en la iniquidad. {Daisy Escalante: 07-06-2019 , es.p5}

En este momento amados, ahí desperté y escuché la cita: "Romanos 4:8". Que el Señor les bendiga. {Daisy Escalante: 07-06-2019 , es.p6}

Romanos 4:8

8 Bienaventurado el varón a quien el Señor no imputará pecado.

Testimonio: 20-09-2019
Testimonio
20-09-2019
(La Verdadera Clave para La Transformación)

Amados, septiembre 20 del 2019. El Señor me dijo, a eso de las 5:30 de la tarde: "abre la biblioteca electrónica de Elena G de White. Busca las matutinas. No mires. Dale a una y lee lo que allí te mostraré". Así hice, busqué la biblioteca electrónica y, cuando estaba en las matutinas, me di cuenta que ahí estaban todas. Cerré mis ojos. Piqué, toqué una de ellas y, cuando comencé a leer, allí estaba la historia de Esdras. Ese día era septiembre, 10. Y comencé a leer. ¡Qué maravilloso fue aquello de la matutina Conflicto y Valor! (que luego de leer fue que me di cuenta, al dar para atrás, en qué matutina estaba). Y, en ese momento, escuché las palabras del Señor que me dijo: "ahí está la verdadera clave para la transformación. Los entendidos entenderán". {Daisy Escalante: 20-09-2019 , es.p1}

Dejo esto con ustedes, hermanos. ¡Es maravilloso cuando nos estamos acercando a las horas sagradas del Señor, porque vemos que, aunque en toda la semana el Señor y el cielo, todos ellos están muy activos en pro de la salvación del ser humano, acercándose las horas sagradas y en las horas sagradas vemos la gran bendición del Señor para cada uno de nosotros! Y, como dijo el Señor: Él está educando un pueblo, Él está educando un retoño. Y cada uno de nosotros debiera aprender, en este día sagrado, las palabras fieles y verdaderas del Señor. Espero que esto sea una bendición para ustedes, al igual que ha sido para todos nosotros. Que el Señor me los bendiga. {Daisy Escalante: 20-09-2019 , es.p2}

Esdras, estudiante y maestro, 10 de septiembre

Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla. Esdras 7:10. CV 259.1

Nacido entre los descendientes de Aarón, Esdras recibió preparación sacerdotal. Se familiarizó, además, con los escritos de los magos, astrólogos y sabios del reino medo-persa. Pero no estaba satisfecho con su condición espiritual. Anhelaba estar en completa armonía con Dios; deseaba tener sabiduría para cumplir la voluntad divina... {Daisy Escalante: 20-09-2019 , es.p3}

Esto le indujo a estudiar diligentemente la historia del pueblo de Dios, según estaba registrada en los escritos de los profetas y reyes. Escudriñó los libros históricos y poéticos de la Biblia, para aprender por qué había permitido el Señor que Jerusalén fuese destruida y su pueblo llevado cautivo a tierra pagana... CV 259.2 {Daisy Escalante: 20-09-2019 , es.p4}

Estudió las instrucciones dadas en el monte Sinaí y durante el largo plazo de las peregrinaciones por el desierto. A medida que aprendía cada vez más acerca de cómo Dios había obrado con sus hijos, y comprendía mejor el carácter sagrado de la ley dada en el Sinaí, Esdras sentía que se le conmovía el corazón. Experimentó una conversión nueva y cabal, y resolvió dominar los anales de la historia sagrada, con el fin de utilizar este conocimiento para beneficiar e ilustrar a su pueblo. CV 259.3 {Daisy Escalante: 20-09-2019 , es.p5}

Esdras procuró preparar su corazón para la obra que, según creía, le aguardaba. Buscaba fervientemente a Dios, a fin de ser sabio maestro en Israel. Y mientras aprendía a someter su espíritu y su voluntad al dominio divino, se fueron incorporando a su vida los principios de la santificación verdadera, que en años ulteriores ejercieron una influencia moderadora, no sólo en los jóvenes que procuraban sus instrucciones, sino también en todos los que estaban asociados con él... CV 259.4 {Daisy Escalante: 20-09-2019 , es.p6}

Llegó a ser Esdras un portavoz de Dios que educaba en los principios que rigen el cielo... Mientras estaba cerca de la corte del rey de Medo-Persia como cuando se hallaba en Jerusalén, su obra principal consistió en enseñar. A medida que comunicaba a otros las verdades que aprendía, aumentaba su propia capacidad para el trabajo. Era hombre piadoso y celoso. Fue delante del mundo un testimonio del poder que tiene la verdad bíblica para ennoblecer la vida diaria. La Historia de Profetas y Reyes, 446-448. Ezequiel 42-44 CV 259.5 {Daisy Escalante: 20-09-2019 , es.p7}

Esdras 7:10

10 Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová, y para hacer y enseñar a Israel mandamientos y juicios.

Ezequiel 42

1 Me sacó luego al atrio de afuera hacia el norte, y me llevó a la cámara que [estaba] delante del área reservada que [quedaba] enfrente del edificio, hacia el norte.
2 Por delante de la puerta del norte su longitud [era] de cien codos, y la anchura de cincuenta codos.
3 Frente a los veinte codos que [había] en el atrio de adentro, y enfrente del enlosado que [había] en el atrio exterior, [estaban] las cámaras, las unas enfrente de las otras en tres [pisos].
4 Y delante de las cámaras [había] un corredor de diez codos de ancho hacia adentro, con una vía de un codo; y sus puertas [daban] hacia el norte.
5 Y las cámaras más altas [eran] más estrechas; porque las galerías quitaban de ellas más que de las bajas y de las de en medio del edificio.
6 Porque [estaban] en tres [pisos], y no tenían columnas como las columnas de los atrios: por tanto, eran más estrechas que las de abajo y las del medio desde el suelo.
7 Y el muro que [estaba] afuera enfrente de las cámaras, hacia el atrio exterior enfrente de las cámaras, [tenía] cincuenta codos de largo.
8 Porque la longitud de las cámaras del atrio de afuera [era] de cincuenta codos; y delante de la fachada del templo [había] cien codos.
9 Y debajo de las cámaras [estaba] la entrada al lado oriental, para entrar en él desde el atrio de afuera.
10 A lo largo del muro del atrio, hacia el oriente, enfrente del área reservada, y delante del edificio, [había] cámaras.
11 Y el corredor que [había] delante de ellas [era] semejante al de las cámaras que [estaban] hacia el norte, conforme a su longitud, asimismo su anchura, y todas sus salidas; conforme a sus puertas, y conforme a sus entradas.
12 Y conforme a las puertas de las cámaras que [estaban] hacia el sur, [había] una puerta al comienzo del corredor, del corredor frente al muro hacia el oriente a los que entran.
13 Y me dijo: Las cámaras del norte [y] las del sur, que [están] delante del área reservada, son cámaras santas, en las cuales los sacerdotes que se acercan a Jehová comerán las cosas santísimas; allí pondrán las ofrendas santas, el presente, y la expiación, y el sacrificio por el pecado; porque el lugar [es] santo.
14 Cuando los sacerdotes entren, no saldrán del [lugar] santo al atrio de afuera, sino que allí dejarán sus vestimentas con que ministran, porque [son] santas; y se vestirán otras vestiduras, y así se acercarán a lo que es del pueblo.
15 Y luego que acabó las medidas de la casa de adentro, me sacó por el camino de la puerta que miraba hacia el oriente, y lo midió todo alrededor.
16 Midió el lado oriental con la caña de medir, quinientas cañas de la caña de medir en derredor.
17 Midió al lado del norte, quinientas cañas de la caña de medir alrededor.
18 Midió al lado del sur, quinientas cañas de la caña de medir.
19 Rodeó al lado del occidente, [y] midió quinientas cañas de la caña de medir.
20 A los cuatro lados lo midió; tenía un muro todo alrededor de quinientas [cañas] de longitud, y quinientas cañas de anchura, para hacer separación entre el santuario y el lugar profano.

Ezequiel 43

1 Luego me llevó a la puerta, a la puerta que mira hacia el oriente;
2 y he aquí la gloria del Dios de Israel, que venía del oriente; y su voz [era] como el sonido de muchas aguas, y la tierra resplandecía a causa de su gloria.
3 Y el aspecto de la visión que vi [era] como aquella visión que vi cuando vine para destruir la ciudad; y las visiones [eran] como la visión que vi junto al río de Quebar; y caí sobre mi rostro.
4 Y la gloria de Jehová entró en la casa por la vía de la puerta que daba hacia el oriente.
5 Y me alzó el Espíritu, y me metió en el atrio de adentro; y he aquí que la gloria de Jehová llenó la casa.
6 Y oí [a uno] que me hablaba desde la casa; y el varón estaba junto a mí,
7 y me dijo: Hijo de hombre, éste es el lugar de mi trono, y el lugar de las plantas de mis pies, en el cual habitaré en medio de los hijos de Israel para siempre; y nunca más profanará la casa de Israel mi santo nombre, [ni] ellos ni sus reyes, con sus fornicaciones, ni con los cuerpos muertos de sus reyes en sus lugares altos.
8 Porque al poner ellos su umbral junto a mi umbral, y su poste junto a mi poste, y [sólo] una pared entre ellos y yo, así han contaminado mi santo nombre con las abominaciones que han hecho; por tanto los consumí en mi furor.
9 Ahora, que echen lejos de mí su fornicación, y los cuerpos muertos de sus reyes, y habitaré en medio de ellos para siempre.
10 Tú, hijo de hombre, muestra a la casa de Israel esta casa, y avergüéncense de sus pecados, y midan el diseño de ella.
11 Y si se avergonzaren de todo lo que han hecho, hazles entender la forma de la casa, y su diseño, y sus salidas y sus entradas, y todas sus formas, y todas sus descripciones, y todas sus configuraciones, y todas sus leyes; y descríbelo delante de sus ojos, para que guarden toda su forma, y todas sus reglas, y las pongan por obra.
12 Ésta [es] la ley de la casa: Sobre la cumbre del monte, todo su término alrededor [será] santísimo. He aquí que ésta [es] la ley de la casa.
13 Y éstas [son] las medidas del altar por codos ([cada] codo de un codo y un palmo menor). La base, de un codo, y de un codo el ancho; y su remate por su borde alrededor, de un palmo menor. Éste [será] el podio del altar.
14 Y desde la base de [sobre] el suelo hasta el lugar de abajo, dos codos, y la anchura de un codo; y desde el lugar menor hasta el lugar mayor, cuatro codos, y la anchura de un codo.
15 Y el altar, de cuatro codos, y encima del altar, cuatro cuernos.
16 Y el altar tenía doce codos de largo, y doce de ancho, cuadrado a sus cuatro lados.
17 Y el área, de catorce [codos] de longitud y catorce de anchura en sus cuatro lados, y de medio codo el borde alrededor; y la base de un codo por todos lados; y sus gradas estaban al oriente.
18 Y me dijo: Hijo de hombre, así dice Jehová el Señor: Éstas [son] las ordenanzas del altar el día en que sea hecho, para ofrecer sobre él holocausto, y para esparcir sobre él sangre.
19 A los sacerdotes levitas que son del linaje de Sadoc, que se acercan a mí para ministrarme, dice Jehová el Señor, darás un becerro de la vacada para expiación.
20 Y tomarás de su sangre, y pondrás en los cuatro cuernos del altar, y en las cuatro esquinas del descanso, y en el borde alrededor; así lo limpiarás y purificarás.
21 Tomarás luego el becerro de la expiación, y lo quemarás conforme a la ley de la casa, fuera del santuario.
22 Y al segundo día ofrecerás un macho cabrío sin defecto, para expiación; y purificarán el altar como [lo] purificaron con el becerro.
23 Cuando acabes de expiar, ofrecerás un becerro de la vacada sin defecto, y un carnero sin tacha de la manada:
24 Y los ofrecerás delante de Jehová, y los sacerdotes echarán sal sobre ellos y los ofrecerán en holocausto a Jehová.
25 Por siete días sacrificarán un macho cabrío cada día en expiación; asimismo sacrificarán el becerro de la vacada y un carnero sin defecto del rebaño.
26 Por siete días harán expiación por el altar, y lo limpiarán, y así se consagrarán.
27 Y acabados estos días, del octavo día en adelante, los sacerdotes sacrificarán sobre el altar vuestros holocaustos y vuestras ofrendas de paz; y me seréis aceptos, dice Jehová el Señor.

Ezequiel 44

1 Y me hizo volver hacia la puerta de afuera del santuario, la cual mira hacia el oriente; y [estaba] cerrada.
2 Y me dijo Jehová: Esta puerta estará cerrada; no se abrirá, ni entrará por ella hombre, porque Jehová Dios de Israel entró por ella; por tanto permanecerá cerrada.
3 [Es] para el príncipe; el príncipe, él se sentará en ella para comer pan delante de Jehová; por el camino del vestíbulo de la puerta entrará, y por el mismo camino saldrá.
4 Y me llevó hacia la puerta del norte por delante de la casa, y miré, y he aquí, la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová; y caí sobre mi rostro.
5 Y me dijo Jehová: Hijo de hombre, pon tu corazón, y mira con tus ojos, y oye con tus oídos todo lo que yo hablo contigo sobre todas las ordenanzas de la casa de Jehová, y todas sus leyes; y pon tu corazón a las entradas de la casa, y a todas las salidas del santuario.
6 Y dirás a los rebeldes, a la casa de Israel: Así dice Jehová el Señor: ¡Ya basta de todas vuestras abominaciones, oh casa de Israel!
7 De traer extranjeros, incircuncisos de corazón e incircuncisos de carne, para estar en mi santuario, y para contaminar mi casa; de ofrecer mi pan, la grosura y la sangre; y de invalidar mi pacto con todas vuestras abominaciones.
8 Y no habéis guardado las ordenanzas de mis cosas santas, sino que habéis puesto [extranjeros como] guardas de mis ordenanzas en mi santuario.
9 Así dice Jehová el Señor: Ningún hijo de extranjero, incircunciso de corazón e incircunciso de carne, entrará en mi santuario, de todos los hijos de extranjeros que [están] entre los hijos de Israel.
10 Y los levitas que se apartaron lejos de mí cuando Israel se descarrió, el cual se alejó de mí, yendo en pos de sus ídolos, llevarán su iniquidad.
11 Y serán ministros en mi santuario, porteros a las puertas de la casa, y sirvientes en la casa; ellos matarán el holocausto y la víctima para el pueblo, y estarán delante de ellos para servirles.
12 Por cuanto les sirvieron delante de sus ídolos, y fueron a la casa de Israel por tropezadero de maldad; por tanto, he alzado mi mano contra ellos, y llevarán su iniquidad, dice Jehová el Señor.
13 No se acercarán a mí para servirme como sacerdotes, ni se acercarán a ninguna de mis cosas santas en el [lugar] santísimo; sino que llevarán su vergüenza, y las abominaciones que hicieron.
14 Los pondré, pues, por guardas de las ordenanzas del templo para todo su servicio, y para todo lo que en él hubiere de hacerse.
15 Mas los sacerdotes levitas, hijos de Sadoc, que guardaron el ordenamiento de mi santuario, cuando los hijos de Israel se desviaron de mí, ellos se acercarán a mí para ministrarme, y estarán delante de mí para ofrecerme la grosura y la sangre, dice Jehová el Señor.
16 Ellos entrarán en mi santuario, y se acercarán a mi mesa para servirme, y guardarán mis ordenanzas.
17 Y será [que] cuando entraren por las puertas del atrio interior, se vestirán de vestiduras de lino; no llevarán sobre ellos lana, cuando ministraren en las puertas del atrio de adentro y en el templo.
18 Mitras de lino tendrán sobre sus cabezas, y calzoncillos de lino en sus lomos; no se ceñirán nada que los haga sudar.
19 Y cuando salgan al atrio exterior, al atrio de afuera, al pueblo, se despojarán de sus vestiduras con que ministraron, y las dejarán en las cámaras del santuario, y se vestirán de otras vestimentas; para no santificar al pueblo con sus vestiduras.
20 Y no raparán su cabeza, ni dejarán crecer su cabello; sólo se recortarán el pelo de su cabeza.
21 Y ninguno de los sacerdotes beberá vino cuando haya de entrar en el atrio interior.
22 Ni viuda ni repudiada tomarán por esposa; sino que tomarán vírgenes del linaje de la casa de Israel, o viuda que fuere viuda de sacerdote.
23 Y enseñarán a mi pueblo a [hacer diferencia] entre lo santo y lo profano, y les enseñarán a discernir entre lo limpio y lo no limpio.
24 Y en el pleito ellos estarán para juzgar; conforme a mis derechos juzgarán; y mis leyes y mis decretos guardarán en todas mis fiestas solemnes, y santificarán mis sábados.
25 Y a hombre muerto no entrarán para contaminarse; mas por padre, o madre, o hijo, o hija, hermano o hermana que no haya tenido marido, sí podrán contaminarse.
26 Y después de su purificación, le contarán siete días.
27 Y el día que entrare al santuario, al atrio de adentro, para ministrar en el santuario, ofrecerá su expiación, dice Jehová el Señor.
28 Y será a ellos por heredad; Yo seré su heredad; y no les daréis posesión en Israel: Yo soy su posesión.
29 Comerán la ofrenda y la expiación y el sacrificio por el pecado; y toda cosa consagrada en Israel, será de ellos.
30 Y las primicias de todos los primeros frutos de todo, y toda ofrenda de todo lo que se ofreciere de todas vuestras ofrendas, será de los sacerdotes; daréis asimismo las primicias de todas vuestras masas al sacerdote, para que haga reposar la bendición en vuestras casas.
31 Ninguna cosa mortecina, ni desgarrada, así de aves como de animales, comerán los sacerdotes.

Testimonio: 18-06-2020 #02
Testimonio
18-06-2020 #02
(Un Árbol muy Frondoso que Cobijaba a Muchos)

18 de junio, 2020. En el sueño, se me mostró un árbol. Un árbol muy, muy, muy frondoso, que tenía unas ramas extensas que llegaban a muchos lugares y daban sombra. Yo veía, en ese árbol, que había frutos, el fruto estaba maduro, listo, ya, para comer. Vi también que, en ese árbol, había muchos pajaritos anidando, con sus polluelos. Vi muchos animales que vivían al cobijo de dicho árbol. Vi, también, bajo ese árbol hierba, mazos de hierba muy bonitos que vivían bajo la sombra de ese árbol. Eso fue en el lado derecho del árbol donde yo vi esa hierba, pero, en el lado izquierdo del árbol, yo veía una enredadera. Esa enredadera venía desde muy lejos, más allá de donde daba la sombra del árbol. Yo veía que esa enredadera, donde [el] árbol no le estaba dando sombra, sus hojas eran color marrón, color café, pero, mientras la enredadera llegaba bajo la sombra del árbol, la parte que llegaba bajo la sombra del árbol, sus hojas se comenzaban a tornar con algo de verde. Así, vi llegar la enredadera hasta el tronco del árbol y, allí, sus hojas comenzaron a crecer tornándose cada vez más verdes. {Daisy Escalante: 18-06-2020 #02, es.p1}

En ese momento, mientras yo miraba eso que me estaban mostrando, escuché unas palabras que me dijeron: "[a] todo lo que este árbol dé sombra, y todo lo que esté alrededor de él, que viva alrededor de él, él les va a ayudar en tener agua a su tiempo, porque él va a sacar agua de las profundidades y nutrientes de las profundidades. Así que esta hierba y esta enredadera que se ha venido arrastrando hasta llegar al tronco de este árbol, van a tener agua y alimento seguro. Más la hierba no puede ayudar ciento por ciento a la enredadera, porque ésta tiene raíces bastante superficiales y lo único que puede conseguir es, básicamente, para ella misma. Y, si compartiese, es muy poco lo que puede dar. Más ella es sacrificada y comparte con las otras hierbas que están a su alrededor, pero si compartiese con la enredadera, con la que tiene algo de verde, no podría subsistir, porque ésta necesita mucho del agua y del alimento para poder tornar todas sus hojas de marrón —color café—, a verde. {Daisy Escalante: 18-06-2020 #02, es.p2}

También escuché que se me dijo que esa enredadera, que tenía hojas café y algunas que se estaban tornando verdes, no podía tampoco ayudar en ciento por ciento a la hierba porque ella misma estaba, aún, apenas viviendo, pero lo iba a lograr, iba a poder vivir porque había llegado bajo la sombra del árbol. Así se me dijo también que el árbol que daba frutos y que cobijaba con sus ramas a muchos seres, dándoles protección, era un árbol que estaba listo, ya, para soltar sus frutos, para que muchos comieran de él. {Daisy Escalante: 18-06-2020 #02, es.p3}

Mirando todo este espectáculo que estaban poniendo al frente mío, mientras escuchaba todas estas cosas y trataba de internalizar todo lo que veía al frente mío, y todos los detalles espirituales que esto encierra, en ese momento, ahí, desperté. {Daisy Escalante: 18-06-2020 #02, es.p4}

¡Quiera Dios que podamos entender! ¡Quiera Dios que podamos darnos cuenta que hay algo que el Señor nos está diciendo! Ya hay, ya existe, una preparación, y, otros, que están en proceso. Unos, que están arrastrándose, pero lo desean. Tienen algo de verde. La hierba, aunque débil, pero ahí está, alimentándose bajo el árbol. Quiera Dios que podamos entender todas estas cosas, y que podamos darnos cuenta que el Eterno está pendiente de cada uno de sus hijos dondequiera que esté en este mundo, no importa si es hierba, si es árbol o si tiene algo de verde. El Eterno está muy al pendiente, porque el tiempo es llegado cuando, aquellos que comiencen a dar verdadero fruto, van a estar ya —porque ya existen—, maduros, y, pronto, este mundo recibirá el alimento de estos árboles por gracia y por bendición de Dios. Estos árboles darán fruto al mundo, no porque por ellos mismos lo pueden dar, sino porque tomaban agua de la Fuente de Agua viva, comían del pan que solamente Cristo puede dar, y así llegaron a tener estas frutas para gloria y honra del Eterno, para el avance de su reino, y para bendición y salvación de muchos. Es mi ruego y oración que podamos entender esto y que seamos copartícipes del adelanto del reino de nuestro Dios en esta tierra. Que el Señor nos bendiga. {Daisy Escalante: 18-06-2020 #02, es.p5}

Testimonio: 24-04-2021 #03
Testimonio
24-04-2021 #03
(Prestar Atención a las Indicaciones Divinas)

Abril 24, 2021. En sueños, yo veía que unas familias estaban muy tranquilas y gozosas. Éstas tranquilizaban a otros y les decían: "ya encontramos la forma y el lugar de cómo refugiarnos ante lo que se avecina, ¡no teman!" Un hombre y un joven querían ver dicho lugar, pero estas familias decían: "no hay que gastar energías viendo, en ir hasta allá, sólo confíen; pronto, todos iremos". El hombre y el joven exclamaron: "¡no podemos demorar, lo que hay que hacer hay que hacerlo!" Y así se encaminaron hacia el lugar, que estas personas hablaban, de [que era el] refugio. {Daisy Escalante: 24-04-2021 #03, es.p1}

Se me indicó observar su travesía y así lo hice. Les vi bajar por una calle muy pronunciada de lodo fangoso, iban casi hundiéndose sus pies, pero iban marcando el paso sin detenerse. {Daisy Escalante: 24-04-2021 #03, es.p2}

Pronto, llegaron abajo, a la llanura, y éstos comenzaron paso a paso a seguir las indicaciones que aquellas personas les habían dado.

Pronto, llegaron a unas casas de barrio y continuaron siguiendo las instrucciones. Allí, les vi llegar al lugar: había una enorme iglesia católica y una enorme plaza amplia al frente. ¡Estos se espantaron al ver esto! Vi que allí habían, ya, hermanos que construían las cuatro paredes de su casa. Vi que el hombre y el joven se acercaron a ellos y les dijeron: "¿qué hacen?" A lo que ellos respondieron: "estamos haciendo nuestro refugio para cuando llegue la crisis final. En estas paredes estaremos seguros". Vi que el hombre miró con gran asombro esto que estas personas estaban haciendo. Acto seguido le oí decir: "¿cómo creen que estarán seguros sin prestar atención a las indicaciones divinas? ¿no veis que lo que viene caerá sobre esas cuatro paredes y seréis muertos bajo ellas?" A lo que ellos respondieron: "no, no seremos muertos. Esto es lo más maravilloso que hemos descubierto: ¡estar protegidos sin tanto trabajo! Esta es nuestra luz y la amamos, y nos da tranquilidad". {Daisy Escalante: 24-04-2021 #03, es.p3}

El hombre miró al joven que le acompañaba y le dijo: "vámonos de aquí. Vayamos a aquel otro grupo para ver si nos oyen". El joven rápidamente le siguió, y escuché al hombre decir al otro grupo de personas que levantaban sus cuatro paredes: "¡desistid!, lo que os viene no [lo] soportarán esas cuatro paredes, seréis prisioneros y muertos si continuáis en esta rebelión". Uno de ellos le contestó: "¿quién te ha puesto como juez entre nosotros? ¡Apártate si no quieres que te vaya mal a ti y a tu acompañante!" {Daisy Escalante: 24-04-2021 #03, es.p4}

El joven habló y le escuché decir: "¿no ven que esa iglesia está hinchada, a punto de explotar, y la explosión caerá sobre ustedes?" Así, mi vista se fijó en la enorme iglesia católica que había en aquella gran plaza. Ésta se inflaba y se desinflaba como cuando una persona respira, que su pecho sube y baja, más cada vez la veía a ésta hincharse [más] y desinflarse poco, pues, más quedaba inflamada. Todos miraron esa gran iglesia y, en vez de salir corriendo de aquel lugar, se apresuraron a dar término a las cuatro paredes que levantaban. {Daisy Escalante: 24-04-2021 #03, es.p5}

Oí, entonces, al hombre decir al joven que le acompañaba: "vámonos, no hay más qué hacer". [A] estos les vi comenzar a subir por la cuesta de lodo. Era muy difícil esta subida pues sus pies unas veces se hundían y otras veces resbalaban, más éstos no detenían su marcha. Les vi llegar a la cima y les oí exclamar, a los que estaban allí, que estaban engañando a otros para que fueran a aquella gran plaza a levantar las cuatro paredes. Ellos les contaron lo visto a todos, y todos, todos aquellos, estaban asombrados. Así vi cómo el que engañaba, con su familia, fue sacado de aquel lugar. Les vi bajar la cuesta de lodo hacia la llanura. Vi su peregrinaje, pasando cerca de la gran iglesia católica que estaba en aquella plaza, y, mientras trataban de pasar sin ser vistos por los que allí construían la gran iglesia —que estaba allí—, se comenzó a hinchar en extremo y, ésta, reventó, ¡y todo fue desolado a su paso! Y allí, yo no vi más, ni a los que construían ni a la familia que engañaba. {Daisy Escalante: 24-04-2021 #03, es.p6}

Yo, allí, desperté. Meditaba en esto, oraba a Dios y pedía su dirección cuando quedé dormida nuevamente y tuve otro sueño. En él, yo estaba en una iglesia adventista, allí se discutía la lección de escuela sabática y, pronto, alguien comentó acerca de que se debían comprar más libros para los hermanos. Otro, le secundó; otro, comenzó a sacar cuentas y los costos; otro, emocionado, comenzó a apuntar. Vi al pastor secundar todo aquello y, pronto, todo se convirtió en una gran sala de comercio. {Daisy Escalante: 24-04-2021 #03, es.p7}

Yo quería hablar desde un principio, ante lo que veía y oía, más no me fue permitido. Unos permanecieron callados, pero todos atentos. Pronto, trajeron cajas de libros y comenzaron a entregarse y a cobrar el costo de éstos. Unos, lo entregaban en sobres de diezmo, y otros, sueltos, con un papelito. Así seguía [esto su] curso cuando mi acompañante puso ante mí un calendario y me marcó un día. Mis ojos se abrieron y vi que me marcaba Sábado. Y se me dijo: "habla y da voces, porque la rebeldía es grande y pronto, si ésta continúa, todos perecerán". {Daisy Escalante: 24-04-2021 #03, es.p8}

Hablé, hablé con voz muy fuerte y firme, y reprendí aquel gran agravio que hacían al ETERNO en su día. Vi que unos se enfurecieron y otros, que permanecían callados ante lo ocurrido, de igual manera permanecieron; pero sus frentes se ciñeron de disgusto ante las palabras que fui impulsada a hablar. Pronto, un recio viento entró por la puerta principal de la iglesia, y todo se volvió oscuro y desolado, ya no se vieron más las personas. Fui llevada fuera de aquella estructura, y ésta, por fuera, se veía con muchas malezas y plantas que cubrían las paredes agrietadas de aquella iglesia. ¡Todo era desolación en aquel lugar! {Daisy Escalante: 24-04-2021 #03, es.p9}

Ahí desperté, y se me dijo algo que se me ha repetido varias veces: "salid de ella, pueblo mío, y no toquéis lo inmundo para que no seáis partícipes de sus plagas". {Daisy Escalante: 24-04-2021 #03, es.p10}

Quiera Dios que podamos entender, que el ETERNO nos ilumine y nos bendiga. {Daisy Escalante: 24-04-2021 #03, es.p11}

Himno 167: Guarda, dinos si la noche
Himnario Adventista 1962
Himno 167
Guarda, dinos si la noche
1

Guarda, dinos si la noche

negra pronto pasará.

¿El lucero va saliendo?

¿Pronto amanecerá?

A tu vista ¿aparece el alba ya?

A tu vista ¿aparece el alba ya?

2

Alborea, rompe el día,

levantemos el clamor;

el lucero ha salido

en su matinal fulgor.

Alegraos, ya se acerca el Redentor,

Alegraos, ya se acerca el Redentor.

3

Carta y brújula demuestran

que la tierra cerca está.

¡Adelante, presurosos!

Pronto el puerto se verá.

De alegría canten vuestras voces ya,

de alegría canten vuestras voces ya.

Himno 218: Por mí intercede
Himnario Adventista 1962
Himno 218
Por mí intercede
1

Por mí intercede Jesús en los cielos,

Jesús, el amante y benigno Señor;

y vela mis pasos con tierno cuidado;

¿no quieres tu vida rendir a su amor?

Coro

Oramos por ti, sí, oramos por ti;

hoy por ti suplicamos, oramos por ti.

2

El Padre en los cielos daráme morada;

daráme la vida sin fin, eternal.

¿Aceptas su amante y tierno llamado?

¿No quieres gozar de su amor paternal?

Coro

Oramos por ti, sí, oramos por ti;

hoy por ti suplicamos, oramos por ti.

3

Ropaje lavado en la sangre de Cristo

habré de vestir en aquel bello hogar;

podrás tú tenerlo brillante y glorioso,

si hoy en la fuente te quieres lavar.

Coro

Oramos por ti, sí, oramos por ti;

hoy por ti suplicamos, oramos por ti.

4

Paz tengo cual río que corre tranquilo,

la paz que este mundo no puede quitar;

Jesús la concede y a ti te la ofrece.

Su gracia divina, ¿querrás aceptar?

Coro

Oramos por ti, sí, oramos por ti;

hoy por ti suplicamos, oramos por ti.