Ama a tus prójimos,
piensa en sus almas,
diles la historia
de Cristo, el Señor;
cuida del huérfano,
hazte su amigo.
Cristo le es Padre
y fiel Salvador.
Salva al incrédulo,
mira el peligro;
Dios le perdonará,
Dios le amará.
Aunque rechácenle,
tiene paciencia
hasta que puédales
dar la salud.
Venles los ángeles
desde los cielos,
vigilaránles con
solicitud.
Salva al incrédulo,
mira el peligro;
Dios le perdonará,
Dios le amará.
Dentro del corazón
triste, abatido,
obra el Espíritu
transformador,
que lo conducirá,
arrepentido,
a Jesucristo su
buen Redentor.
Salva al incrédulo,
mira el peligro;
Dios le perdonará,
Dios le amará.
Salva a tus prójimos;
Cristo te ayuda;
fuerza de Dios será
tuya en verdad.
Él te bendecirá en
tus esfuerzos;
con Él disfrutarás
la eternidad.
Salva al incrédulo,
mira el peligro;
Dios le perdonará,
Dios le amará.